MISIONES
Hablar o idear la elaboración de un batiburrillo es ya asegurarse con dos días de intenso trabajo para la elaboración y cocción de vísceras, y así tener una exquisitez de plato como lo es el batiburrillo.
Para esta edición se han inscripto más de cuarenta concursantes, por lo que espera un verdadero trabajo de degustación al grupo de jurado que se encargará de elegir al mejor batiburrillo de este año.
El ganador del año pasado, Andrés Mosqueda, con el stand Ña Canuta, brindó detalles del trabajo que conlleva un rico batiburrillo. Indicó que este año se prepara para participar en el concurso con seis vísceras de vacas para poder hacer este plato, ya que durante el festival la demanda es muy alta y más aún luego de resultar el último ganador.
“Día de por medio estoy consiguiendo las menudencias porque para el festival todos los chureros tienen mucha demanda, tenemos que ingeniarnos para conseguir o encargar un mes antes ya, dijo Mosqueda. Muchos hasta inclusive van a buscar en otras ciudades vecinas”, sostuvo.
Según el experto, el secreto fundamental está en el lavado de las menudencias, “lleva muchísima agua y paciencia ya que son horas y horas de trabajo, hay que limpiar muy bien todo, para luego hervir, eso lleva un día de trabajo. Al día siguiente queda picar toda la carne al igual que las verduras”, detalló Andrés.
Cocinar el batiburrillo tiene un tiempo de cuatro a cinco horas, o más inclusive, dependiendo de la cantidad. Los ingredientes utilizados el año pasado por el último ganador fueron lengua, mondongo, hígado, riñón y corazón. En cuanto a verduras, utilizó cebolla, locote, ajo, ají, pimienta negra y grasa de chancho.
Se sirve al consumidor en platitos con mandioca picada. En otras ciudades lo sirven en vasos de plástico. Este año la organización espera más de treinta mil personas para el festival, la entrada es gratuita y las porciones de las comidas no superan los G. 20.000.