El donante de 36 años tuvo un accidente a bordo de una motocicleta y quedó con muerte encefálica en el Sanatorio Americano, donde fue asistido en forma tercerizada, debido a que en el Hospital del Trauma no había camas de terapia intensiva disponibles.
Sus familiares aprobaron este miércoles la donación de sus órganos y en la madrugada de este jueves su corazón fue trasplantado a un adolescente de 16 años en el hospital escuela. El procedimiento estuvo a cargo del médico Jorge Jarolín.
El director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), Hugo Espinoza, explicó que se trató de una cirugía bastante compleja, no solo por la condición cardiaca del paciente, sino por la hipertensión pulmonar que también sufre.
Ahora el paciente debe superar las 72 horas críticas posteriores a la cirugía.
Los riñones fueron trasplantados a una niña de 13 años internada también en el Hospital de Clínicas y a un niño de la misma edad que está en el Instituto de Previsión Social. Las córneas también fueron extraídas, pero en estos casos los trasplantes no se realizan inmediatamente después de la ablación.
Desinformación. Los médicos que transportaban los órganos se dieron un susto cuando fueron interceptados por un joven al ingresar al ascensor. Se trata de Florentín Ramírez, familiar del donante, quien tuvo que seguir a la ambulancia desde Asunción hasta San Lorenzo para saber a quién beneficiaría el fallecido y dónde se realizaría la operación, según informó el fotorreportero Juan Agüero.
La solidaridad es continua. El lunes se registraron dos donantes, adultos mayores de 70 años, cuyas córneas fueron puestas a disposición del INAT, pero en uno de los casos, no pudo ser viable, debido a condiciones de salud. Asimismo, una paciente del IPS con 53 años de edad quedó con muerte encefálica el martes y sus riñones beneficiaron a enfermos crónicos de 57 y 51 años.