05 jul. 2025

¿Clima cool?

Cada invierno escuchamos a la gente afirmar que ya no hace tanto frío como antes, y nos preguntamos si es así realmente o si solo es una sensación. En esta nota averiguamos si en el pasado se tiritaba más que ahora o no, y si se debe a la acción del hombre o si solo es un fenómeno cíclico natural.

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Por: Carlos Darío Torres

El viejo chiste de que en Paraguay solo existen dos estaciones, la del verano y la del ferrocarril, probablemente nunca tuvo tanta vigencia como en la actualidad. No hace falta ser un avispado analista para darse cuenta de que cada vez tenemos menos necesidad de echar mano a nuestras ropas más abrigadas en invierno.

Según Alejandro Pasten, gerente de Pronósticos Hidrológicos de la Dirección de Meteorología, el cambio climático tiene un comportamiento cíclico y hubo eras en las que el hombre no tenía prácticamente incidencia.

“Sin embargo, hoy en día se puede comprobar la influencia del hombre en los posibles cambios del clima, debido a la sobreexplotación de los recursos naturales y al aumento de la emisión de gases de efecto invernadero. Eso sí o sí va a generar cambios en la atmósfera y, por ende, en los patrones normales, llámese invierno o verano”, afirma Pasten.

Residuo industrial

El meteorólogo explica que el aumento del efecto invernadero se inicia con la Revolución Industrial, en la segunda mitad del siglo XVIII. “Fue entonces cuando se dispararon los valores de las emisiones”, afirma y aclara que si bien es cierto que el efecto invernadero es un efecto natural de la atmósfera, existe la convicción de que lo que el hombre ha hecho es acentuar ese fenómeno. Que haya mayor cantidad de ciertos gases en la atmósfera influye en el balance de energía que hay en la tierra.

Pasten informa que existen trabajos de investigación internacionales sobre índice climático, en los que se toma en cuenta lo que se denomina noches frías, para días con temperaturas mínimas inferior a un valor. Según la pesquisa, existe una disminución de los días fríos y también hay un aumento de las noches cálidas.

“Noches cálidas se entiende como temperaturas mínimas por encima de un valor. Hay un aumento del número de días en los que la temperatura está por encima de un umbral. Es lo que se está observando últimamente también en nuestro país”, agrega.

Es decir, no se trata solamente de una sensación, sino que, efectivamente en Paraguay, como en el resto del mundo, hace más calor que en el pasado. Por algo es que ya no nos vemos en la necesidad de abrigarnos con sobretodos, y ni siquiera con pesados pulóveres o suéteres.

Ese aumento de temperatura media está haciendo que tengamos veranos e inviernos más calientes, lo que no impide que en algunas ocasiones lleguemos a soportar temperaturas mínimas extremas. Es cierto que los veranos son más calientes, pero al mismo tiempo puede haber inviernos más crudos porque el planeta está buscando un balance ante el desequilibrio referido.

“Es lo mismo que pasa con las tormentas, que son más violentas y más intensas, porque la velocidad de evaporación es más rápida. En esa búsqueda de equilibrio, los eventos son más extremos. Hay un incremento de ellos y es lo que se está observando como consecuencia del cambio climático”, revela.

En este punto, Pasten explica que hay diferencia entre cambio climático y variabilidad climática. “Mucha gente, cuando habla de cambio climático, en realidad se está refiriendo a la variabilidad climática. Cuando viene una tormenta o cambia el tiempo de un día para otro, eso no es cambio climático, pues está dentro de la variedad propia y natural del clima. El cambio es a largo plazo”, dice.

Combata el calor

A nivel global se ha observado que a mediados de este siglo aumentó la temperatura del planeta. A finales del siglo XX, el incremento de la media global fue de 0,7 grados, aproximadamente. En los últimos 18 años 15 o 16 han sido los más calientes de la historia desde que se tienen registros.

“Estamos ante un nuevo siglo que ya es más caliente posiblemente que el anterior y la temperatura puede estar hasta un grado por encima del promedio del planeta. Se estima que a mediados de esta centuria pueda estar entre uno y dos grados el aumento”, asevera el especialista.

Con semejante escenario, la cuestión es que hoy en día cualquier actividad que llevemos adelante de manera individual tendrá irremediablemente alguna repercusión en el medioambiente. La idea es que ese impacto sea lo menos negativo posible, propone Pasten.

Una cosa que siempre se recomienda es renunciar a usar el transporte propio. Pero ¿estamos en Paraguay en condiciones de que todos usemos el transporte público? “Yo, si lo uso, no voy a poder cumplir con todos mis compromisos. Necesitamos que sea eficiente, limpio, ordenado”, se queja el meteorólogo.

Otra de las sugerencias es consumir menos carne, pues mantener el ganado para consumo humano cuesta millones de litros de agua y contribuye al calentamiento global, según los expertos. ¿Es esto posible en Paraguay? “Somos un país eminentemente carnívoro. La gente no va a dejar de hacer asados porque le digamos que están afectando al cambio climático”, reconoce Pasten.

Si bien hay cosas que por nuestra cultura no vamos a dejar de hacer, sí podemos intentar otras, como no mal utilizar nuestro principal recurso líquido, evitar la contaminación del agua, no ensuciar la ciudad. Es en ese punto donde podemos empezar a crear conciencia, formando a los chicos desde la escuela.

“Podemos tomar medidas personales desde el punto de vista de cómo yo me comporto o qué hago para, en cierta forma, ayudar a revertir ese cambio. Existen muchas cosas que están al alcance, desde un cambio en el uso de energía hasta la buena utilización de los recursos naturales, como el agua; además de evitar la deforestación, o que se deforeste lo menos posible para que podamos seguir subsistiendo, como país, como comunidad”, sugiere Pasten.

Los científicos dicen que la naturaleza es capaz de recomponer el equilibrio, pero tampoco está garantizada la supervivencia del planeta en caso de que no adoptemos medidas tendientes a revertir esta situación.

“Muchos sistemas son resilientes, pero la resiliencia no es inmediata, es lenta y muchas veces no le damos ese tiempo para que se vuelva a restaurar, seguimos impactando. Y tarde o temprano el sistema dejará de ser resiliente”, advierte el meteorólogo.

¿Que tan cerca, o lejos, estamos del punto de no retorno? Todavía no existe una respuesta a esa pregunta, pero lo que está claro es que hay que empezar a tomar medidas que no estimulen el calentamiento global.

“Un punto de retorno sería dejar de contaminar, y eso es casi imposible, porque cada vez somos más, tenemos que alimentarnos, vestirnos, usar la tecnología, cada quien tiene su computadora, su celular, su auto; y todo eso ejerce una presión sobre el medioambiente y los recursos naturales”. Si no cambiamos, pasar calor en invierno se hará cada vez más frecuente.

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. Emisiones de Dióxido de Carbono en Paraguay en gigagramos (Gg)

1990 1994 2002
. Emisión Total Dióxido de Carbono (CO2) 3.866,71 18.548,99 66.827,38
. Energía (producción y uso) 1,94 3,07 3,38
. Procesos industriales 334,32 733,65 732
. Cambio de uso de la tierra 3.530,45 17.812,27 66.092
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Aire caliente

La temperatura media de la superficie de la Tierra durante el siglo XX, medida con termómetros en superficie, subió aproximadamente unos 0,6 ºC. Esta subida no fue uniforme, ni en el tiempo ni en el espacio. El incremento se produjo en dos periodos, 1910-1944 y 1978-1998. Entre ellos, 1944-1978, la temperatura media global de la superficie terrestre tendió a estabilizarse e incluso a bajar un poco.