El Ciclón sigue sumergido en una profunda crisis futbolística y eso se reflejó anoche en la Olla azulgrana, donde nuevamente aparecieron los cánticos de reprobación en contra del plantel.
La herida que dejó la humillante derrota 4-1 que sufrió ante Guaraní en su propio estadio no cicatrizó con la salida de Francisco Arce y el divorcio de la hinchada con sus jugadores fue elocuente en el General Pablo Rojas.
Los jugadores evidenciaron nerviosismo y ansiedad desde el inicio del juego y eso aumentó con el tempranero gol de Gustavo Alles (11’).
Los azulgranas permitieron que el modesto equipo uruguayo se ilusione con la posibilidad de ir al menos a la definición desde el punto penal. Los visitantes, luego del gol de Alles, tuvieron una situación en la que Danilo Ortiz cometió una falta penal en contra del goleador charrúa y Néstor Pitana se desentendió y no pitó.
El Ciclón sigue soportando el peso de su realidad. La pérdida de identidad futbolística se suma a la obligación de ganar el torneo Clausura o la Copa Sudamericana, si pretende inscribirse en la edición 2015 de la Libertadores.
UN POCO DE TENENCIA. En la complementaria ingresó Julio dos Santos por Almirón y le dio algo más de tenencia de balón y claridad en la creación de jugadas ofensivas, aunque estas fueron muy escasas.
Cerro terminó cuidando la diferencia y pidiendo hora sobre el final. Rentistas no se animó a dar el golpe de gracia o simplemente no tuvo la capacidad, ni los argumentos suficientes de marcar historia en su primer año copero.