En los primeros años de su gobierno el empresario devenido a político mantenía cierto margen de aprobación en las capas altas de Asunción, al igual que en la clase media.
Esta imagen se revirtió por completo en su tercer año de mandato puesto que en la clase alta un 67% no ve con buenos ojos las políticas de Cartes. Mientras en el sector de clase media un 76% lo calificó negativamente.
Por su parte, en la clase baja la mayoría que desaprueba al actual gobierno es abrumadora, superando la barrera del 80%.
Un 77% de personas consultadas en la zona de Gran Asunción y un 71% en las principales cabeceras departamentales calificaron de mala y muy mala la gestión del presidente de la República.