Unas 320 familias campesinas nucleadas en la Organización de Lucha por la Tierra (OLT), que fundaron el asentamiento 1º de Marzo, están en pie de guerra ante un posible desalojo tras la ocupación de unas 1.800 hectáreas de la Ganadera Pindó, ubicada en el kilómetro 55 sobre la ruta X, entre la zona de Curuguaty y Salto del Guairá, Canindeyú.
Los dueños de las tierras solo quieren llegar a una solución pacífica, alegando que ya fueron bastante perjudicados y manifestaron que ya han perdido alrededor de un millón de dólares.
A decir de sus líderes, los campesinos resistirán ante cualquier intento de desalojo, ya que quieren la expropiación de esas tierras, mientras que los administradores de la estancia afirman que no quieren otra Marina Cué, donde en el 2012 hubo una masacre durante un desalojo.
La ocupación en Pindó se dio en 2011 y desde aquella vez los lugareños se apoderaron de los bosques y empezaron a deforestarlos para construir casas y caminos, cuyo tramo principal se extiende por 22 kilómetros, según denuncias.
La propiedad tiene una superficie de 4.499 hectáreas y el sector que fue ocupado por los labriegos era un bosque virgen, que era considerado como reserva forestal.
Los administradores de la estancia y una comitiva fiscal-policial constataron que “los bosques del lugar fueron criminalmente deforestados” y presumiblemente los rollos vendidos para financiar la estructura del asentamiento.
La nueva comunidad tiene una precaria instalación de energía eléctrica, que aparentemente sería clandestina, según la denuncia.
Una comitiva fiscal, encabezada por el agente Lorenzo Lezcano, realizó un sobrevuelo a la zona y constató la tala indiscriminada de árboles y los trabajos que vienen realizando varias máquinas pesadas.
Atropello. A lo largo de los casi cinco años de ocupación, los campesinos fueron denunciados por la quema de varios retiros y el principal casco de la estancia, además de constantes amenazas que reciben a diario los peones y administradores del establecimiento.
Varios de los peones fueron heridos con arma de fuego de parte de los campesinos, según consta en varias denuncias en la comisaría de Curuguaty.
Los administradores de la estancia han denunciado el abigeato de varios bovinos de raza de calidad genética y sospechan de los invasores.