Reuters
Con minuciosas pinceladas de pequeñísimas brochas, Lee, de 26 años, recrea “La noche estrellada”, de Vincent van Gogh, y “El grito”, de Edvard Munch, usando la crema espesa teñida con colorante alimenticio sobre las tazas de café.
El resultado del meticuloso proceso de 15 minutos es una taza de café frío de 10.000 won (7,70 euros) que ha hecho que Lee consiga miles de seguidores en su café y a través de la web.
“Una vez dibujé ‘La noche estrellada’ y parecía tan especial como el famoso cuadro encima de un café. Después de eso, muchísimas personas pidieron ese café", dijo Lee, al tiempo que copiaba una imagen de su teléfono.
“Los clientes me suelen pedir que dibuje sus obras de arte favoritas”, añadió.
En su perfil de Instagram, donde publica fotografías y vídeos de lo que él llama “creamart” (“arte en nata”), Lee dice que él nunca aprendió a dibujar. Empezó a preparar café cuando tenía 17 años, durante el servicio militar obligatorio, y lo disfrutaba tanto que compró una máquina de café y abrió su primera cafetería para exsoldados en un campo cerca de la frontera con Corea del Norte.