El servicio eléctrico se alimenta de las hidroeléctricas Itaipú, Yacyretá y Acaray, por lo que, en términos de generación, no se registran inconvenientes. También se mejoró en la transmisión con la entrada de la línea de 500 kV y otras obras.
Pero el mayor problema es la distribución a través de los cables aéreos desnudos que se observan en las calles y que en medio de temporales son afectados al hacer contacto con los árboles, mencionó en Radio Monumental el presidente de la ANDE, Víctor Romero.
Para hacer frente a esta urgencia se prevé la utilización de más del 80% de un crédito de USD 150 millones. El proyecto es lograr la sustitución de los cables desnudos por protegidos y así reducir los riesgos de cortes, teniendo en cuenta la experiencia de Itapúa, donde estos problemas se redujeron en más del 50%.
El titular de la empresa estatal aclaró que no se proyectan cables subterráneos por una cuestión económica, pues cuestan 10 veces más que los cables normales. “Optamos por un punto intermedio”, indicó.
Además, se deben tener en cuenta los demás servicios, como fibra óptica, televisión, entre otros, que también utilizan cables aéreos, así como el sistema de desagüe. Esto representa una inversión aún mayor de lo que compete exclusivamente a la empresa estatal.
En el área metropolitana el 30% de los cables son protegidos. Una parte alimenta el barrio Herrera de Asunción, donde también se registraron mejoras en el servicio, pero para completar la totalidad de los trabajos se necesita de al menos 5 años.
En cuanto al plan maestro de obras, el último proyecto está listo, a consideración del Ejecutivo. Prevé la ejecución de USD 6.950 millones hasta el 2025. Para su elaboración se tuvieron en cuenta nuevas necesidades y la proyección de la demanda, así como la estimación del crecimiento económico industrial.
Según Romero, la ANDE tiene actualmente 126 contratos en plena ejecución, de los cuales 52 corresponden a transmisión y 75 a obras de distribución por una inversión de USD 440 millones.