Abogada de profesión y sin formación teatral, luego de varios años de desvinculación de las tablas aceptó la propuesta de Marcelo Martinessi y quedó sorprendida por el personaje retratado en el guion.
Tras meses de entrenamiento con Martinessi y la actriz Margarita Irún –con quien comparte en el filme–, Brun saltó a la pantalla grande por su papel de Chela, una mujer reservada, mayor, tímida y lesbiana.
LA DICTADURA. Tras conocer el personaje que debía encarnar, la actriz quedó sorprendida al percatarse que debía dar vida a una mujer lesbiana entrada en años. “Me hubiera gustado ser más joven para este papel. En tanto, me dije: ¿por qué voy a involucrarme en el filme a esta edad? Sin embargo, mi vida está llena de episodios dolorosos. Tuve muchos cortes en mi vida que me obligaron a comenzar de cero”, indica Brun, quien atravesó momentos difíciles durante la dictadura stronista.
“Viví en la opresión, en el silencio y el marginamiento (por motivos políticos) de la gente que no te saludaba porque te veían como si fueras terrorista por el simple hecho de estar en la oposición. Es una sociedad que siempre quiere estar bien con el de arriba y no con el de abajo. Viví todo eso y, en cierto modo, ese dolor lo transmito en la película”, sostiene.
Sin un parlamento extenso, asegura que el “vivir en carne propia el dolor que entrañó la dictadura stronista” ayudó a construir el personaje y reflejar ese dolor y encierro de la protagonista que no es capaz de “expresarse libremente”.
“Supongo que la protagonista tiene el mismo dolor de toda persona a la que no se le permite expresarse y tener una opción libre para amar y que el mundo acepte su elección”, señala. Considera que “cada uno tiene una libertad de elegir”, porque “todos tienen que buscar la felicidad, eso, pasa por el amor”.
DESAFÍO. “Efectivamente no soy muy conocida en el ámbito escénico”, reconoce Brun, afirmando que desde hace años no tenía un papel sobre las tablas cuando recibió la invitación de Martinessi para ser parte de Las herederas. “Esto significó iniciar un desafío nuevo como Ana Brun, una personalidad misteriosa que tengo”, expresa la actriz.
Recuerda que la última obra en la que participó fue con Edda de los Ríos (quien falleció en el 2007) y Myriam Sienra. “Tuvimos una gira fantástica con ellas en la puesta Kuña recove”, comenta.
Desde pequeña participó en obras teatrales, una disciplina artística que le agradaba. “Me inicié con Héctor de los Ríos (padre de Edda de los Ríos) en El diario de Ana Frank. También recité y siempre estaba vinculada al teatro, como actriz o como público”, apunta, sin olvidar que estuvo en una emisión de canal nueve con el grupo Joven Alianza, con Maneco Galeano. “Siempre quise ser una cantante famosa, pero no me dio la voz. Por eso, me lancé al teatro”, agrega sobre sus sueños juveniles.
DEBUT EN CINE. Brun no planeó volver a la actuación, ya que estaba “tranquila” –según dice– con su estudio jurídico.
“El responsable de todo esto es mi primo Carlitos Patapila González Brun (productor de 7 Cajas y guionista de la serie paraguaya La disputa), quien me llamó por teléfono luego de años de no hablar con él. Me explicó que al leer el guion, le dijo a Marcelo que el papel central era para mí. Finalmente, Marcelo me llamó y así empezó todo”, cuenta.
Ella le confesó a Martinessi que “nunca” participó en cine y se sinceró sobre su inactividad teatral. “No tengo técnica alguna y solo conocimientos propios”, le dijo al director. “Pero jamás me imaginé que con esta película llegaríamos tan lejos”, asegura.
“Me dije: ¿por qué voy a involucrarme en el filme a esta edad? Sin embargo, mi vida está llena de episodios dolorosos. Tuve muchos cortes en mi vida que me obligaron a comenzar de cero. Viví en carne propia el dolor que entrañó la dictadura stronista”.