En la semana 22 de gestación, la madre, Sierra Yoder, se enteró que su hijo sufriría esta situación, que le daba pocas esperanzas de vida. La mujer y su pareja decidieron primeramente interrumpir el embarazo, pero luego cambiaron de parecer y continuaron con la gestación, la cual tuvo un desarrollo normal.
A pesar de los pronósticos el niño sobrevivió, y los padres buscaron una segunda opinión en el Hospital Infantil de Boston, donde los especialistas dijeron que podrían practicarle una cirugía a Bentley, informó El Espectador de Colombia.
Los encargados de hacer el procedimiento fueron los neurocirujanos John Meara y Mark Proctor.
La intervención, realizada a finales del pasado mayo, fue todo un éxito y consistió en poner el cerebro del pequeño dentro de su cavidad craneal, para lo que debieron hacer estudios durante meses y con los resultados elaboraron un molde impreso del cerebro que pusieron en la cabeza del bebé.
Los expertos no saben el porcentaje del cerebro que estaba usando el menor, pero calcularon que aproximadamente era cerca del 90%.