13 jun. 2025

Bailarín con técnica propia

Leif Firnhaber es bailarín, coreógrafo, creador de la técnica Frauenfeld, y además es paraguayo. Su estilo llegó al país de la mano de La Ronda, para impulsar nuevos valores artísticos en la danza local.

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Por Daisy Cardozo Román / Foto: Javier Valdez

Su nombre completo es Leif Federico Firnhaber Pinós (30). Nació en Paraguay durante una residencia temporal de sus padres en el país, en los años 80. Su padre es alemán y fue enviado aquí –desde Alemania– como profesor. En cambio, su madre es argentina y llegó huyendo de la dictadura de Jorge Rafael Videla.
La infancia y adolescencia de Leif transcurrieron entre viajes por América del Sur y Europa. A los 14 años, tomó interés por la danza, cuando vivía en las Islas Canarias. “Yo estaba como estudiante en un colegio privado alemán, donde también trabajaba mi padre. Empecé a bailar porque en un concierto vi a gente haciendo el break dance. Me gustó mucho eso, que puedas hablar con la música, con el movimiento, y que todo el mundo entienda pero sin decir nada”, recuerda.
Al descubrir sus cualidades artísticas, comenzó a bailar en las calles el break dance, baile urbano nacido en comunidades afroamericanas de Estados Unidos, que desarrolla movimientos de la cultura hip hop. Ese estilo lo trasladó al baile contemporáneo, con el que actualmente se identifica, y a partir de allí creó su propia técnica: Frauenfeld. Actualmente, vive en Bélgica, donde reside hace ocho años.
Su escuela de formación en la danza es su experiencia, que ganó impulsando y desarrollando proyectos profesionales. Aunque inició cursos de danza media y de grado superior en coreografía e interpretación –ambos en Madrid–, no pudo concluirlos, porque siempre tuvo otras prioridades y compromisos. “La mejor formación sigue siendo que después de 15 años continúe trabajando en la danza. Sigo aprendiendo con lo que hago y a través de lo que hago. Esa es la escuela más importante para mí", asegura.
Comunicación del movimiento
Según el coreógrafo, la técnica Frauenfeld (Frauenfeld Technique) se construyó sobre sus experiencias de trabajo. Él considera que el nombre quizás sea provisorio y que tal vez después pase a llamarse Técnica Bastarda.
“Me divertí mucho con Frauenfeld, porque para mí tiene mucho humor y mucho de germánico, de seriedad, de cosas que soy. Cada vez más se está convirtiendo en una cosa bastarda, así como soy, de orígenes múltiples, provengo de diferentes lugares, distintas culturas, mis influencias son varias. A lo largo de mi carrera y formación, muchas cosas influyeron y son lo que hago hoy día. Eso no tiene nombre y no está institucionalizado, pero sí son mis experiencias”, afirma.
La técnica habla del individuo e intenta provocar la comunicación a través de movimientos. Es decir, el objetivo es acceder a la forma del individuo y hacer que, siendo individual, se comunique con un grupo de manera no verbal, sino mediante los movimientos del cuerpo. Frauenfeld está enfocada en tratar de valorar lo que el individuo tiene como cuerpo e imaginación, y que finalmente se adapte a uno mismo.
“Hace falta ver cómo cada uno aprende a comunicarse y a expresarse desde quién es, a relacionarse con lo que uno es hacia los demás. Lo abstracto yo diría que es eso, y se expresa en los movimientos de una experiencia”, subraya Leif.
En Paraguay
La técnica Frauenfeld llevó a Leif a varios países del mundo. El formato expresa muchos movimientos sueltos, libres, de idas y vueltas, desarrollados con habilidad y destreza. Pero eso no significa que solo sea para un público específico, al contrario, va dirigido a personas de diferentes edades, niveles de experiencia y formaciones.
Leif llegó a Paraguay a principios de abril gracias al proyecto La Ronda, impulsado por el Tercer Espacio Colectivo Artístico. Aquí realizó talleres rotatorios en la Facultad de Artes, Diseño y Arquitectura de la Universidad Nacional de Asunción, en el Instituto de Bellas Artes y en el Instituto Cultural Paraguayo-Alemán. Sus clases llegaron a más de 130 estudiantes de danza, según Gloria Morel, del Ballet de Bellas Artes, quien impulsa las actividades realizadas en el marco de este proyecto.
Jazmín Derbas, miembro de Tercer Espacio Colectivo Artístico, cuenta que las clases de Leif –quien en estos días retornará a su país– tuvieron repercusiones positivas. “En Bellas Artes, por ejemplo, era como una experiencia que les abría la mente a un montón de formas de moverse que no conocían y que experimentaron”, comenta ella.
“Cuando la gente responde a la propuesta que estoy planteando, para mí lo importante es que se pregunten a sí mismos: '¿Qué estoy haciendo, por qué lo estoy haciendo así, cómo puedo disfrutar lo que hago?’ Que la gente responda eso es una toma de conciencia muy importante”, resalta Firnhaber. Para él, en eso radica el valor de lo que hace, y es lo que lo mueve: que el movimiento construya experiencias, que a partir de las experiencias se tome conciencia, y con la toma de conciencia se logre ver cuál es el mejor camino a través de la danza.

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Un sarambi artístico
Tercer Espacio Colectivo Artístico es una plataforma de difusión y producción en artes escénicas: teatro, danza, circo –y todos los híbridos posibles–, compuesta por artistas locales de danza clásica y contemporánea. La plataforma desarrolla el proyecto La Ronda, en el marco del cual Leif Firnhaber vino a Paraguay, con el objetivo de impulsar nuevos valores en el escenario. Leif realizó talleres cortos y clases de hasta un mes.