Desgraciada jornada. En un partido que para los franjeados fue señalado por el destino, como una jornada de lesiones tempraneras (graves), en el primer partido dirigido por Nery Pumpido, el Decano logró la igualdad, más por determinación que por buen fútbol o mayor volumen de juego.
Antes de los 15’, Olimpia perdió a Salinas y Salcedo. Esto obligó al DT a gastar dos de sus tres cambios, en variantes de reposición y lo limitó en la complementaria, para realizar algún cambio táctico. Le quedó un cupo y acertó con la inclusión de Walter Clar, pero no le alcanzó para predominar y ganar el juego.
El Luqueño de Pablo Caballero tiene perfil ofensivo, dominó en gran parte del partido, pero no tuvo la suficiente determinación y tampoco buenas ejecuciones, para aprovechar el debilitamiento y la improvisación del rival (Ledesma jugó como lateral derecho).
CRECIÓ EN EMOTIVIDAD. El primer tiempo fue discreto, sin emociones frente a los arcos. En el complemento, Luqueño marcó a los 53’, en una jugada de táctica fija, peinada por Teixeira y completada por Marcelo Ferreira. Antes, Ovelar había perdido un mano a mano con el arquero Rodolfo Rodríguez. El goleador franjeado no vino fino de Asia.
Miguel Amado logró el empate a los 67’, aprovechando un balón que se desvió en el árbitro Arias y que descolocó a la defensa auriazul.