La economista Adriana Bock, directora de la organización mencionada, plasma lo que sería una correcta evolución a la hora de asumir deuda: “Primero, es conveniente que el o la joven se asiente en su primer empleo y deje pasar unos seis meses, para luego empezar a planificar decisiones. Antes de asumir compromisos, lo ideal es que se haga de un fondo de emergencia; se debe crear el hábito de ahorrar antes de deber, porque si no, más adelante costará más”, enfatiza.
Un ejemplo que ocurre muy a menudo es la inclinación de aceptar una tarjeta de crédito, con el fin primigenio de financiar gastos extraordinarios; pero si en el camino surgen ofertas tentadoras y sin tener el suficiente criterio para saber qué se necesita primordialmente, se corre el riesgo de caer en la vorágine de las compras compulsivas e innecesarias.
Otra de las directoras, Daisy Abente, agrega que un presupuesto bien establecido ayuda como herramienta para los gastos, ya que luego podrían asumirse compromisos frente a los cuales no poder honrar las deudas correspondientes.
El análisis previo de la capacidad de pago es fundamental para Bock, acompañado de una evolución gradual, planificada y prudente en las deudas. “Se falla en confiar mucho en la capacidad de pago, y más cuando se ingresa en el sobreendeudamiento, antesala de la morosidad, que perjudica el historial crediticio. Ahí uno recién se percata de que no alcanza la plata y comienza a abrir un pozo para tapar otro; pero eso es más perjudicial, porque aumentamos la carga financiera al presupuesto”, destaca.
Dar la cara y mostrar una voluntad honesta para honrar los pasivos, trazando un periodo en el cual asumir el compromiso es muy recomendable, al decir de las expertas. De esta forma, expresan que el historial negativo no será así tan malo, porque de lo contrario la derivación es ya ingresar a la pérdida de la capacidad de pago, advierten.
Para Abente, el ritmo de vida acelerado y automatizado hace que la persona no sea consciente de los compromisos y gastos. Un análisis personal y familiar es importante, en este sentido, para controlar el estilo de vida.