SAN PEDRO
Pobladores de la compañía Pirí Pucú, San Pedro, están con mucho temor y decidieron no enviar a sus hijos a la escuela antes de que se esclarezca la causa de muerte del menor de 13 años y de la supuesta intoxicación de los tres niños internados en el Hospital General Pediátrico de Acosta Ñu.
En la mañana de este jueves llegó hasta el lugar un equipo de la Dirección General de Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, que realizó relevamiento de datos y están tratando de confirmar si los niños consumieron la gaseosa dentro de la institución o lo hicieron fuera de ella.
En la escuela Básica Nº 4119, San Juan Bautista, donde estudian los niños afectados, no hay clases desde el lunes y en la comunidad hay mucho temor.
Así mismo, el fiscal Jorge Encina, quien lleva adelante las investigaciones del caso, dialogó con los pobladores y verificó la vivienda de los padres del menor fallecido, estuvo acompañado de personal de Criminalística de la Policía Nacional, quienes realizaron una profunda revisión en la vivienda para levantar evidencias que puedan servir para esclarecer el hecho.
El director de la escuela, Prof. Antonio Cubilla, expresó que hasta ahora no saben nada de cómo y dónde ocurrieron los hechos. “Los padres no hablan, nadie sabe nada, solamente de que estos chicos estuvieron ingiriendo gaseosa. En la comunidad no hay antecedentes de consumo de drogas, por lo que descartamos que sea eso, esperamos que se aclare porque las clases ahora están suspendidas porque los padres no envían a sus hijos”, señaló.
Antecedentes. El martes pasado, seis niños de la citada escuela rural de San Pedro sufrieron intoxicación al ingerir sustancias hasta ahora desconocidas, y uno de ellos falleció.
Los alumnos presentaron serios síntomas de intoxicación, por lo que fueron trasladados hasta el hospital distrital de San Pedro, sin embargo, J. M., de 13 años, falleció. Otros tres que presentaban los mismos síntomas fueron trasladados al hospital Acosta Ñu de Asunción, dos de ellos de 12 años y uno de 8. Otros dos fueron atendidos y regresaron a sus casas.
La comunidad educativa había manifestado su preocupación y parte de los padres de familia anunciaron que ya no enviarían a sus hijos hasta que se aclare lo ocurrido.