Al respecto respondió que el tema “es una realidad y corresponde la preocupación de los obispos y de toda la sociedad, pues la narcopolítica es una realidad, especialmente en el Norte, donde no solamente, hoy en día, financian campañas, sino ya se están candidatando y algunos ya fueron electos”.
Indicó que la debilidad de las instituciones, ya sea del Ministerio Público, la propia Policía, la Secretaria Nacional Antidrogas (Senad), el Poder Judicial que no investigan los casos de enriquecimiento ilícito. “Porque acá en Paraguay, aparecen de la noche a la mañana, gente con mucho poder económico. Muchos de ellos provenientes del crimen organizado, del narcotráfico, del lavado de dinero. Entonces estas instituciones no hacen el trabajo de investigar ni mucho menos de castigar, por lo tanto, hacen que esas personas aparezcan como limpios y tienen la oportunidad de candidatarse y de ser electos”, dijo.
Agregó que como autoridades les toca tratar de combatir dicha realidad, cada uno desde donde les corresponda.
“Es una realidad que tenemos que ver la forma de combatirla. Ahora se acercan las elecciones y de seguro se apuntarán de nuevo candidaturas de gente vinculada al narcotráfico”, comentó.
Asimismo, expresó que el poder del narcotráfico no sólo traspasó la política, sino varios círculos sociales.
“El narcotráfico penetró no solamente en la política, sino en todos los estamentos de la sociedad”, añadió.
Pobreza. Sumó a todo esto que los narcotraficantes actúan con el apoyo de sectores carenciados de quienes reciben los favores debido a la necesidad económica de ellos. “Ven que tienen más posibilidades de candidatarse y como muchos de ellos aparecen como supuestos benefactores de la sociedad se ven apoyados también por sectores más carenciados, sectores donde el Estado tiene poca presencia”, dijo.
Agregó que la posición de la Iglesia viene en un momento oportuno y consideró importante la labor pastoral.
“Ellos ven como algo posible y se candidatan como intendentes, concejales, diputados u otros cargos. Es una realidad que debemos estar atentos. Por eso celebro que los obispos tengan esa preocupación y también hablen del tema a través de sus homilías u otras formas de llegar a la gente, de abrirle los ojos a toda la población”, resaltó.