Sin embargo, Cáceres Frutos cayó en varias contradicciones como, por ejemplo, al referirse al despido de un funcionario que denunció violación de sus derechos laborales.
El abogado manifestó que cuando se despidió al ex empleado Gustavo Lugo “se le pagó absolutamente todo y hemos adjuntado la liquidación y cuestiones vinculantes a esta persona”.
Señaló que Lugo recibió su último salario, más una gratificación especial de G. 1 millón e indemnización de G. 5.500.000.
“Cobró en total 15 millones”, sostuvo el abogado.
Al ser consultado sobre los motivos por los cuales fue despedido este funcionario, respondió: “No, él presentó renuncia”.
Al ser insistido cómo es posible que se pague indemnización a alguien que renuncia, no supo qué responder.
“Y se le ha pagado (...) Perdón (...) un monto correspondiente a su retiro. Son cuestiones laborales que a veces quedan a cargo de los profesionales en ese rubro”, sentenció.
“No existe Chamorro”. El abogado, al ser consultado qué sabe de la relación de la empresa con el ex diputado José Chamorro, respondió algo nervioso: “No existe Chamorro”.
“Los dueños de la empresa son Juan Guerrero y María Valdez”, sentenció.
Sin embargo, al mencionársele que el propio hijo de Chamorro, Óscar Chamorro, reconoció hace poco años, que la empresa Doram, actualmente SST, era suya, el abogado dijo: “El hijo de él (del dirigente colorado) es abogado de la empresa SST y presta su servicio como profesional”.
En todo instante, el letrado solo buscaba desvincular a los Chamorro de la firma a pesar de que no es ilegal que un ex legislador tenga una empresa.
En otro momento, Cáceres contó que sabía que el Ministerio de Trabajo había presentado una multa, pero que no apelaron a esa decisión porque se encontraba en trámite administrativo.
Sin embargo, 15 minutos después señaló que sí habían apelado la decisión.
“Con honestidad, el abogado laboralista es quien manejó esa situación”, respondió al dejársele notar la contradicción en sus declaraciones sobre ese aspecto.