Hace poco más de dos años aún era el rector de la casa de estudios más grande del país. Hoy, Froilán Peralta es un veterinario que afronta un proceso por varios delitos por su gestión al frente de la Universidad Nacional de Asunción (UNA).
Mediante acciones dilatorias de su defensa, la causa a Peralta no avanza y la Justicia aún no puede definir si el otrora mandamás de la universidad y hombre fuerte del senador Juan Carlos Galaverna irá o no a un juicio oral y público por actos de corrupción.
Tras las protestas estudiantiles en contra de las irregularidades publicadas por Última Hora, en setiembre del 2015, la Fiscalía imputó y luego acusó a Peralta por lesión de confianza, cuya expectativa de pena es hasta cinco años de cárcel, e inducción a un subordinado a un hecho punible.
En este caso, el Ministerio Público sostiene que el ex rector indujo a funcionarios a cometer el delito de cobro indebido de honorarios, por lo que también se expone a dos años de prisión por esa figura.
Resultado. La investigación fiscal concluyó que mediante las irregularidades en las contrataciones, asignaciones de los rubros y los cobros de salarios de funcionarios se generó un perjuicio de casi G. 4.000 millones durante la gestión de Peralta como decano de la Facultad de Veterinaria y luego como rector de la universidad.
En ese sentido, la acusación de los fiscales Martín Cabrera y Josefina Aghemo señala que de esos G. 4.000 millones, Peralta es responsable de un daño de G. 1.225 millones.
Entre otras cosas, la investigación indica que la ex secretaria privada de Peralta, Tatiana Cogliolo, cobraba más de G. 12 millones como docente de Veterinaria en dos cátedras, cuando en realidad era parvularia.
También relata que otros parientes de Cogliolo fueron nombrados como docentes sin contar con el perfil académico. Además de Peralta, hubo otros 50 funcionarios de la UNA procesados en la misma causa.
Tras una investigación de más de un año, los fiscales concluyeron que hubo varios contratados con rubros docentes que no ejercían actividad alguna relacionada con la docencia y otro grupo de contratados que directamente no cumplían tarea alguna para la UNA.
De los 52 procesados, 47 ya admitieron los hechos por los cuales fueron acusados y 3 fueron sobreseídos.
PARALIZADA. La ex directora de Talento Humano de la universidad María del Carmen Martínez es la otra persona que sigue procesada en la causa con Froilán. En su caso, la acusación señala que es responsable de apropiación y estafa por cobrar G. 242.651.346, que correspondía a dos funcionarios nombrados en la UNA, obteniendo así un beneficio patrimonial indebido.
En octubre del 2015, la Fiscalía descubrió que la mujer presuntamente tenía a dos caseros de su granja particular que figuraban como funcionarios de la Facultad de Veterinaria, uno de ellos incluso con rubro de profesor.
Ambos trabajadores manifestaron desconocer esto e incluso se sorprendieron al ver que su sueldo en la universidad era muy superior al que recibían por trabajar en la granja de Martínez, comentaron investigadores del caso.
La causa a la que solo siguen atados Froilán Peralta y Martínez no avanza, debido a diversos incidentes planteados por la defensa, indicaron desde la Fiscalía.
La audiencia preliminar en la que un juez debe definir si eleva o no el caso de ambos a un juicio oral como lo pide la Fiscalía, ya se suspendió cinco veces. Actualmente no se puede realizar por una acción de inconstitucionalidad planteada por la defensa de Peralta.
OTRA CAUSA. Por otro lado, María del Carmen Martínez también está acusada y procesada por intentar sacar documentos del Rectorado. De hecho, los estudiantes de la UNA la apodaron “la comepapeles”, por destruir documentos comprometedores al tragarlos.
En esta causa, la Fiscalía aceptó una suspensión condicional del procedimiento, propuesta por la defensa –mediante la cual Martínez admitiría los hechos–, pero el juzgado se negó a esto y elevó el caso a juicio. La defensa apeló la decisión del juzgado de San Lorenzo.