Toda la emoción vivida ese junio del 2004 la revivió al ver las publicaciones de ÚH, y confesó que durante un robo domiciliario perdió sus archivos de esa época. “Ver estas publicaciones me llenan de emoción”, manifestó emocionada.
Entre tantas anécdotas que Yanina recuerda de esa época, sin duda, la más resaltante fue la que vivió en la noche preliminar, uno de los eventos más importantes del certamen porque eligen a las finalistas.
“Esa noche se me enreda el vestido con el zapato en plena pasarela. No tuve otra que levantar la pierna sacar la tela del taco y seguir. Hice un gesto con los hombros levantados, como diciendo ‘cosas que pasan’, sonreí y continué”, recuerda entre risas.
Sin embargo, dispensar esa situación le valió a la Miss Paraguay 2004 sobresalir entre las otras concursantes. “Recuerdo que me aplaudieron bastante. Tal es así que dijeron después, que salir de esa situación con espontaneidad me sirvió bastante”, añade.
Satisfacción
Para Yanina fue un orgullo llevar el nombre de Paraguay muy lejos. Sin duda, los certámenes de belleza y el haber llegado tan cerca de varias coronas internacionales hicieron que su vida dé vueltas inimaginadas.
“Conocí gente increíble, viajé muchísimo y lo sigo haciendo. Amigos regados por el mundo que siempre me reciben como en casa. Me siento muy afortunada”, cuenta orgullosa.
Reconoce que antes de participar en el concurso tenía otros planes de vida. “Pero la vida misma me llevó por otro camino”.
Dice que tenía la intención de estudiar arquitectura, pero al ganar una beca Universitaria como Miss Expo 98 decidió estudiar Ingeniería en Marketing. “Porque pensé que me ayudaría en lo que estaba iniciando, y de hecho el marketing es fundamental y para lo que hago, esos conocimientos me aportan mucho”, menciona.
Apoyo
Al ser consultada sobre cómo se llevan los certámenes de belleza en el país dice que encuentra “muchas falencias”.
“Existe falta de compromiso y acompañamiento a las reinas que nos representan en algunas organizaciones”.
Yanina aguarda un cambio en ese aspecto y solicita tener consideración hacia las embajadoras de la belleza.
“A las reinas deberían denominarlas como Marca País, darles el seguimiento y la importancia que merecen, no solo los directores de estas organizaciones, sino también el Gobierno, la Secretaría de Turismo, el Despacho de la Primera Dama y el Ministerio de la Mujer”, cita.
Proyectos
Yani reconoce que hoy se siente una mujer feliz y equilibrada. “Me siento orgullosa de haber decidido no hacer muchas cosas en su momento, así como también siento orgullo por aquellas que arriesgué y no se dieron como esperaba”, cuenta.
En cuanto a su aspecto dice que tuvo muchos cambios físicos. “Desde pequeñita y a lo largo de mi vida, siempre me vi diferente con el paso de los años. Algo extraño porque las personas normalmente crecen y se ven generalmente iguales en el trascurso de su vida”, alega.
En cuanto a lo que respecta a sus nuevas motivaciones, dice que han cambiado. “Siempre quise formar una familia, pero ya desde la madurez que adquirí en los años solo vivo un día a la vez, sin presiones de nada ni de nadie. Agradeciendo y disfrutando cada momento. Pienso que las cosas llegan cuando menos pensás e imaginás, así que hoy vivo sin afán de ningún tipo. Hay que dejar sorprenderse y seguir construyendo una mejor calidad de vida en todo sentido. Me siento en paz”, comenta.
Para el futuro Yanina proyecta volver a estudiar. “De todas maneras, nunca es tarde para cumplir esos primeros sueños”, concluye.
