18 abr. 2024

Yaguareté está en peligro de extinción y los estancieros pagan para matarlo

Carlos Elbo Morales

Imponente.  Ejemplar deambulando por un sendero de la Estación Tres Gigantes del Pantanal, captado con cámara trampa.

Imponente. Ejemplar deambulando por un sendero de la Estación Tres Gigantes del Pantanal, captado con cámara trampa. Foto: Guyra Paraguay

En la mira. El yaguareté no solo está en la lupa de las organizaciones que intentan salvarlo, debido a la destrucción de su hábitat. También está en la mirilla del rifle de los cazadores que son contratados por los grandes estancieros.

La desaparición de los bosques, que trae consigo el éxodo de animales silvestres como el venado, los chanchos de monte y otros que sirven de alimento al felino, obliga al animal a buscar otra fuente. Por este motivo, aparecen los ataques del depredador al ganado vacuno.

“Yo tenía un ternero que ya estaba bien crecidito. Le llevé a unos mil metros de acá, en el monte. Siempre le llevaba ahí. Un día volví y ya no estaba. Le había comido el yaguareté”, cuenta una de las pobladoras de Bahía Negra.

Para el pequeño productor, como esta pobladora, resulta un enorme perjuicio el ataque de la Panthera onca (nombre científico del yaguareté). Los grandes ganaderos sienten menos el impacto. Sin embargo, son ellos quienes le han puesto precio a la cabeza del yaguareté.

Varios pobladores refirieron que los ganaderos con muchos animales pagan desde USD 100 (unos G. 550.000) por la cabeza del animal en Alto Paraguay. Para realizar el trabajo, contratan baqueanos y cazadores mayormente de la zona de Concepción. El costo de una vaca, que puede variar de acuerdo a su genética, es de unos G. 5.000.000

Desmitificación. “Las mordeduras de serpiente y otro tipo de situaciones generan más impacto en el ganado antes que el yaguareté. Un estudio que se llegó a realizar con un estudiante de veterinaria constató que la pérdida generada por otras causas era puesta como ataque por yaguareté”, cuenta Nery Chamorro, jefe de área de la Estación Tres Gigantes, perteneciente a la organización no gubernamental Guyra Paraguay.

Chamorro señala que debido a estos datos, falsos positivos, se reforzó el mito. “Se hizo fuerte esa idea del yaguareté asesino, que mata 50 animales. Pero en realidad mata un animal cada mes, en la zona del Pantanal, casi el doble de tamaño que en otras partes del Chaco. Eso ocurre porque tiene gran cantidad de presas para comer y los lugares por donde se desplaza no son muy boscosos. En una temporada puede elegir comer yacarés, en otras carpinchos, también come peces en las lagunas, venados y chanchos de monte”.

El jefe de área de la estación también es enfático al decir que el yaguareté no ataca a la gente, salvo que se sienta amenazado. “No hay ninguna historia verdadera de que haya ocurrido y de que le haya comido a una persona”.

Enrique Bragayrac, consultor de valoración natural y cultural, explica que al romperse la cadena alimentaria del animal, no tiene otra alternativa que alimentarse con lo que encuentra a su paso. Según testimonios en la zona, hubo casos en que también los chanchos de los chiqueros pararon en las fauces del felino.

En Tres Gigantes, ubicada a unos 40 kilómetros de Bahía Negra, en la zona del Pantanal paraguayo, el 23 de setiembre fue fotografiado un ejemplar de Panthera onca. La imagen fue captada en uno de los senderos con una de las cámaras trampa. Se estima que existen unos 300 a 400 ejemplares que deambulan por el Chaco.