Esta cifra no supera el 50% de los votos totales, pero la ausencia de balotaje en el sistema electoral permite ganar los comicios con la diferencia mínima y sin alcanzar, al menos, más de la mitad de los votos.
los números. Según los datos oficiales del Tribunal Electoral Partidario (TEP) de la Asociación Nacional Republicana (ANR) Partido Colorado, Santiago Peña ganó las internas pasadas con un total de 619.940 votos.
En dicha oportunidad, su principal contrincante, el ex ministro Arnoldo Wiens, alcanzó un total de 527.086 votos. En total, sumando estos votos a los de otros grupos y los votos nulos, la ANR alcanzó la suma de 1.201.340 votos en total.
En las elecciones generales, según los datos publicados por el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), Santiago Peña alcanzó la suma de 1.292.079 votos (42,74% del total de votos).
La ANR sumó 90.739 votos al total que tuvo en sus comicios internos del año pasado, y se alzó con la victoria con una diferencia contundente de 461.021 votos (15,26% del total de votos) por sobre su principal contrincante Efraín Alegre.
Sin embargo, la gran diferencia de votos en los comicios generales pasados se dio a causa de la terrible caída en votos que sufrió el presidente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), mientras que, por otro lado, creció a pasos agigantados el candidato a presidente del Partido Cruzada Nacional, Paraguayo Cubas, quien logró 692.663 votos (22,91% del total).
En las generales del 2018, Mario Abdo Benítez ganó con un mayor porcentaje de votos (46,42%), pero con una diferencia mínima respecto a su rival Efraín Alegre (43,04%), que tuvo ese año su mejor elección en estos 15 años, y su peor elección, el pasado domingo 30 de abril.
Balotaje. Solamente los votos de Alegre y Cubas suman un total de 1.523.505 votos, lo cual implica un 50,39% de los votos (más de la mitad del total de votos), y un 7,65% más que el obtenido por Peña.
Esto sería clave en un escenario donde el sistema electoral contempla el balotaje o segunda vuelta, que se aplica cuando ninguno de los candidatos supera el 50% del total de votos en una elección, y va a una segunda ronda de votación con los dos principales candidatos.
El sistema electoral paraguayo no contempla esta figura, a pesar de que la mayoría de los países de la región y otros lo tienen, entre ellos EEUU, Brasil, Argentina, Bolivia, Uruguay, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Costa Rica, República Dominicana, Cuba, El Salvador, Guatemala, Haití; así como también Francia, Austria, Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Finlandia, Polonia, Rumania, Serbia, Ucrania y otros.
El Partido Colorado solamente en dos ocasiones logró superar el 50% de los votos, y fue cuando ganó el general Andrés Rodríguez las elecciones de 1989, tras haber protagonizado el golpe de Estado que derrocó a Alfredo Stroessner, y luego cuando Raúl Cubas Grau ganó las elecciones de 1998, tras quedar preso Lino Oviedo, quien era el candidato colorado original, tras ganarle la interna a Luis María Argaña.
Además de no contar con segunda vuelta, el sistema electoral paraguayo mantiene el control de las mesas electorales en los partidos políticos, donde los colorados son los que dominan por su gran estructura, y así es como se pueden cometer fraudes sin que nadie pueda percatarse ni queden registros.
El propio TSJE reconoció que los miembros de mesa son los responsables de remitir los resultados de manera correcta, y que en muchos casos esto no es así, debido a supuestos “errores”.
Histórico. Varios analistas sostienen que las elecciones de 1989 no cuentan como parámetro porque aún se utilizaba el padrón viejo y la estructura electoral vieja, la cual había sido varias veces objeto de fraudes para beneficiar a la dictadura de Alfredo Stroessner.
En el año 1993, donde hubo reconocimiento público de fraude en la interna colorada, en las generales ganó Juan Carlos Wasmosy la presidencia de la República con el 41,78% de los votos.
Solamente en 1998, Cubas Grau logró el 55,35% de los votos; pero luego, en el 2003, Nicanor Duarte Frutos alcanzó el sillón presidencial con apenas el 37,18% de los votos (el liberal Yoyito Franco tuvo 24,03% y el patriaqueridista Pedro Fadul 21,15%). En el 2008, Fernando Lugo tumbó a la ANR con 41,19% de los votos; mientras que Horacio Cartes logró el 45,68% en el 2013, y luego Mario Abdo el 46,42% en el 2018.
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