Algunos dirigentes políticos, como el siempre controvertido Payo Cubas, ya se apuraron en presentar de manera simbólica su candidatura para la presidencia de la República, ignorando olímpicamente las disposiciones de la ley electoral.
La situación de pandemia ha alterado un poco menos de lo que esperábamos al particular ámbito político paraguayo. Allí están en la ANR y el PLRA, principales partidos más que centenarios, en pleno nuevo Game of Thrones, en abierta guerra por el poder.
Recorriendo el interior del país resulta curioso ver pintadas en los muros y las paredes que dicen: “González – intendente 2020” con el último cero tachado y encima corregido con un número 1. Al parecer no hay suficientes recursos todavía para hacer nuevas pintadas.
Creíamos, quizás muy ingenuamente, que muchos exponentes de la fauna política local iban a aprender la lección que impuso el colapso sanitario mundial. Cuando varios precandidatos apresurados y oportunistas empezaron a repartir kits de alcohol en gel, lavandina y tapabocas con inscripciones electorales en los barrios más humildes, al inicio de la pandemia, se desató una ola de indignación ciudadana que les obligó a pedir disculpas y a prometer que no lo harían más.
Creíamos que aprenderían que la sensibilidad social despertada por la crisis impondría otras prioridades: menos gastos superfluos, más recursos a salud pública y educación, más trabajo comunitario y menos corrupción… pero ya lo ven.
Allí están de vuelta las oscuras golondrinas, en tu balcón sus nidos a colgar, y otra vez con el ala a sus cristales jugando llamarán. Son oscuras, pero no son las del poema de Bécquer, no pertenecen al movimiento del romanticismo, estas llevan pañuelos rojos, azules, lilas, multicolores, vienen con el mismo discurso de siempre y te dejan calcomanías proselitistas en las ventanas.
La Justicia electoral dice que actualmente existen 27 partidos políticos con personería jurídica vigente y 19 movimientos políticos reconocidos, pero ya están en proceso de formación otros 4 partidos políticos y 99 movimientos. Hasta ahora son 149 agrupaciones políticas que se preparan para presentar candidatos en las próximas elecciones municipales. No se preocupen, habrá más.
Está visto que, en su mayoría, los políticos no aprendieron nada de esta crítica experiencia de cuarentena y sacrificios. Salvo contadas excepciones, vuelven con el mismo discurso, las mismas promesas, las mismas conocidas y desgastadas figuras.
La pregunta es cuánto aprendimos nosotros, los sufridos ciudadanos y ciudadanas, en conocerlos mejor, en diferenciarlos mejor, en poder decidir con más criterio crítico y cívico cuando de nuevo llegue la hora de votar, pero principalmente en construir opciones distintas.
Si los políticos tradicionales no son capaces de ofrecernos mejores alternativas, ni en el oficialismo ni en la oposición, pues habrá que juntarse con más ganas y encontrar un camino para hacerlo desde la sociedad que anhela un país mejor.