Científicos británicos encontraron una clara relación entre las infecciones gástricas por enterovirus y la reacción inmune que deriva en una diabetes tipo I. Este hallazgo abre la puerta a una vacuna para prevenir la enfermedad que afecta mayormente a los niños.
La conclusión, publicada en la revista europea Diabetología, es el producto de sendos trabajos realizados paralelamente por el Peninsula Medical School y el Glasgow Royal Infirmary.
Los estudiosos británicos comprobaron que los enterovirus -que pueden causar vómitos y diarrea, pero que en muchos casos pasan inadvertidos- atacan las células beta del páncreas e indirectamente ponen en marcha una incontrolada respuesta del sistema inmunológico, que deriva en la diabetes conocida como del tipo 1.
Por lo tanto, el desarrollo de una vacuna contra estos virus potencialmente detendría este proceso, algo para lo que será preciso seguir investigando, porque todavía no se ha definido qué enterovirus -pues existen más de 100- es el causante del problema.
Los investigadores estudiaron el hígado de 72 jóvenes muertos en Escocia en menos de un año después de que les hayan diagnosticado la mencionada enfermedad, y constataron que en un 60% de los organismos había evidencia de infección de las células beta por enterovirus.
En la diabetes tipo 1, las células beta del páncreas producen poca o ninguna insulina, de manera que la glucosa se acumula en el torrente sanguíneo.
PANORAMA LOCAL. Según las estadísticas proporcionadas por el Ministerio de Salud, 400.000 personas sufren de diabetes en el país.
El mayor problema en este sentido es que la mitad de ellos no sabe que la padece. Esto se da porque el 90% de estos 400.000 tienen diabetes de tipo II, cuyos síntomas no son muy notorios, y el paciente recién se percata de su presencia con la llegada de complicaciones.
De esas 400.000 sólo 24.000 están inscriptas en el Programa Nacional de Diabetes.
Según la Federación Internacional de Diabetes (FID), 200 niños desarrollan diariamente la diabetes tipo 1.