El jefe de la Administración Tributaria, Óscar Orué, explicó que están bajo la lupa las importaciones de productos electrónicos que provienen de los Estados Unidos (EEUU) y China.
La subfacturación se da cuando un importador declara productos por un valor inferior al de su transacción o producción, con el fin de disminuir su base imponible y pagar menos impuestos.
Consultado sobre los responsables de las importaciones y el monto de la presunta subfacturación, el subsecretario prefirió no dar más detalles atendiendo el secreto de las actuaciones contemplado en las leyes vigentes.
Defraudación. Estos controles se dan unos días después de la rendición de cuentas hecha por la Administración Tributaria, donde se resaltó el combate a la informalidad.
La entidad informó que realizó 625 denuncias al Ministerio Público por evasión en el periodo comprendido entre agosto del 2019 y julio del 2022.
El informe oficial da cuenta que los documentos enviados a la Fiscalía, en estos últimos tres años, detectaron mediante fiscalizaciones una defraudación al Fisco por valor de G. 121.156 millones (USD 17,5 millones).
Esto corresponde solamente a los montos que los contribuyentes en infracción dejaron de abonar en concepto de impuestos propiamente. Si a eso se les suman los otros G. 120.000 millones, que equivalen a las sanciones que impone la Administración Tributaria en el ámbito administrativo, el total reclamado a los evasores llega a G. 241.156 millones (USD 35 millones).
Si se divide la cantidad de denuncias hechas al Ministerio Público y los días comprendidos entre agosto del 2019 y julio del 2022, se puede observar que, en promedio, Tributación detectó un caso de evasión cada 1,7 días.
Entre los procedimientos representativos aparecen los casos de megaevasión como Facturación 2.0 y Facturación 3.0, así como el operativo contra Ramón González Daher.