En los pasillos de Palacio de Gobierno y en el Congreso se menciona que este stand by se debe a que arrecian las diferencias entre ambos principales referentes del Poder Ejecutivo como los consejos políticos no escuchados por el número uno y las proyecciones con vuelo propio para las municipales y el 2023 emprendidas por el número dos.
La crisis política estalló con la falta de medicamentos en los hospitales y la incapacidad de gestión del Poder Ejecutivo para conseguir las vacunas contra el Covid-19.
La gran movilización que arrancó el 5 de marzo, la amenaza de un nuevo juicio político y sus derivaciones políticas obligaron a Mario Abdo a tomar decisiones.
La salida de emergencia fue la recomposición improvisada y retoques en su Gabinete para calmar las aguas. Ese fin de semana hubo diferencias de posicionamiento. Algunos colaboradores y cercanos a Abdo (entre ellos Velázquez) le recomendaron dar un mensaje a la ciudadanía para enfrentar el hartazgo ciudadano.
Otros le aconsejaron grabar un mensaje y luego guardar silencio hasta que haya resultados con la llegada de las vacunas.
El presidente optó por este segundo camino que terminó distanciándolo más tanto de su vicepresidente como de toda la sociedad.
APARICIÓN. Tras los anuncios de los primeros cambios, Velázquez apareció en Palacio de Gobierno, acompañando a Marito. Fue en la ceremonia de asunción de Julio Borba en Salud y de Juan Manuel Brunetti en Educación. Este último goza de la simpatía política del vicepresidente.
Antes de esta aparición, Velázquez mantuvo un encuentro con el monseñor Ricardo Valenzuela, obispo de Caacupé, para tratar el tema de la crisis y encaminar el diálogo.
Tras el acto en Palacio de López, Velázquez hizo su última declaración pública, donde intentó disipar dudas sobre la relación política con Mario Abdo y admitió que no dieron soluciones efectivas a la gente en el contexto de salud y la pandemia.
“Evidentemente que llegamos a una situación en que la ciudadanía está harta de la poca solución que estábamos dando, sobre todo en materia de salud”, afirmó entonces el vicepresidente.
Sobre las decisiones y la responsabilidad política de la crisis aclaró que todo está en manos del presidente. “El presidente es el único que maneja el país y yo respeto las decisiones que toma”, afirmó, dando por sentado que él no se involucra en las decisiones.
Días después, se involucró en una polémica al usar el avión de la Fuerza Aérea para hacer proselitismo político por varias zonas del país.
intrigas. Marito fue sorteando la crisis. Superó el juicio político con la ayuda del cartismo. Sin embargo, las movidas parche que hizo en su Gabinete incomodaron a su equipo político.
En las últimas semanas y en medio de la crisis sanitaria que ahonda con la falta de camas de terapia intensiva, surgieron varias intrigas políticas.
Primero la presión de un sector de la ANR para que Marito termine presentando su renuncia ante la incapacidad de seguir gobernando. Luego hablaron de un pedido de permiso por 90 días alegando problemas de salud. Ninguno se concretó.
la otra agenda
El silencio. Recomendaron a Marito que enfrente la crisis con un mensaje a la ciudadanía. No lo hizo y se llamó a silencio. Esto molestó al equipo, entre ellos, a Velázquez.
Cambios. Mario Abdo no tiene en cuenta a su vicepresidente a la hora de hacer los cambios en su Gabinete.
Diálogo. El presidente convocó a sectores para encaminar el diálogo. El gran ausente fue el vice.
Proyección. A medida que avanza la crisis, el vicepresidente va fortaleciendo su propio equipo político para el 2023.
Presidente encabeza diálogo sin su vicepresidente
En las últimas semanas y abrumado por la crisis, el presidente Mario Abdo tomó decisiones en ausencia de su vicepresidente Hugo Velázquez.
Comenzó a encaminar la búsqueda de diálogo. Primero mantuvo un encuentro con los miembros de la Conferencia Episcopal Paraguaya. Luego con los miembros de la Unión de Gremios de la Producción e industriales. Así como con los referentes de microempresarios.
Tomó la decisión de establecer una cuarentena mas dura como medida de urgencia ante los hospitales que estaban sobrepasados de enfermos y la falta de camas de terapia intensiva.
Mientras el vicepresidente permanece ausente y distanciado. Inclusive, indicaron que se trasladó en la zona del Chaco para su descanso.
proyección. En medio de esta incertidumbre que envuelve al inquilino del Palacio de Gobierno, el vicepresidente va armando su equipo político para primero apostar con fichas en las elecciones municipales y luego levantar vuelo para las generales del 2023, cuyas internas ya arrancan el próximo año. En Diputados hay avanzadas conversaciones con un grupo que está apostando a su figura y alejándose de Mario Abdo.
