El ministro de Sanidad francés, Olivier Veran, se atrevió a declarar este fin de semana que “esta quinta oleada podría ser la última”, a causa de la fulgurante rapidez con la que se está expandiendo ómicron, una mutación del coronavirus enormemente contagiosa y que parece menos peligrosa.
UN VIRUS MÁS BANAL. Un escenario optimista, según Alain Fischer, responsable de la campaña de vacunación en Francia. “Quizás estamos asistiendo a un inicio de evolución hacia un virus más banal, como muchos otros que ya conocemos”, declaró el lunes. La inmunidad natural, junto al efecto de las vacunas, provocaría la entrada en una fase muchos menos severa de la pandemia mundial.
“Hay esperanza”, indica el epidemiologista Arnaud Fontanet. “El SARS-CoV-2 podría unirse a los otros coronavirus humanos que provocan resfriados y anginas cada invierno”, explica.
“Aún no estamos cerca. Podemos prever que aparecerán nuevas variantes, pero nuestra inmunidad se irá reforzando con el tiempo, ya sea por infección natural, ya sea con dosis de refuerzo de la vacuna”, indica.
RIESGOS. Pero antes de ello se producirá previsiblemente “un número elevado de infecciones en la población”, destacó el domingo el director del ministerio de Sanidad israelí, Nachman Ash.
Los riesgos para los sobrecargados sistemas sanitarios son altos. Aunque sea más benigno, el impacto de ómicron está aún por determinarse. Y si hay nuevas variantes, la inmunidad colectiva puede verse empañada por más muertes.
“Sigo guardando la esperanza de que el virus acabará por parecerse a los otros coronavirus del resfriado, quizás en los próximos dos años”, indica Julian Tang, virólogo y profesor de la universidad de Leicester, citado por el organismo británico Science Media Centre.
“Si queremos empezar a aprender las lecciones del pasado reciente de esta pandemia, lo primero que hay que recordar es que es muy imprevisible”, explicó a la AFP el epidemiologista Antoine Flahault. A su juicio, el concepto de inmunidad colectiva es “puramente teórico”.
“Parece que la inmunidad de las vacunas protege con eficacia contra las formas graves de la enfermedad, pero no a todos los vacunados por igual”, explica.
“La inmunidad adquirida naturalmente parece que también proporciona una especie de protección, en particular contra las formas graves, aunque nada es completamente claro”, añade.
Flahault, que dirige el Instituto de Salud Mundial en Ginebra, cree que todas las posibilidades siguen abiertas, incluido un impacto mayor de lo previsto de la variante ómicron, o simplemente la aparición de nuevas mutaciones.
“Estoy persuadido de que no será la última oleada” estimó el domingo Eric Caumes, ex jefe del servicio de enfermedades infecciosas del hospital La Pitié Salpêtrière de París. “Pero quizás será la última con esta intensidad”, indica.
Más sobre la infección simultánea: Flurona
En los últimos días ha surgido un nuevo término en relación con el Covid-19: Flurona, una infección simultánea de coronavirus y virus de la gripe. El microbiólogo José Antonio López Guerrero, director del departamento de Cultura Científica del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, explica qué es la flurona, un término que surge de la combinación de las palabras “flu” (gripe) y “coronavirus”. “La flurona no es una quimera formada por la mezcla genómica de los dos virus, sino una infección simultánea de ambos” y “es algo que no tiene por qué ser extraordinario con la variante ómicron tan extendida. Sobre todo ahora, en temporada de gripe, la infección mixta es algo que seguramente vamos a ver, pero serán casos poco detectables”, asegura el experto.
En cuanto a la gravedad de una coinfección, sostiene que “no es algo matemático que dos virus sumen clínicamente. Puede que sea puntualmente más grave, pero no necesariamente”.
La infección mixta no tiene, en principio, perfil de persona más susceptible, aunque los vacunados contra coronavirus y gripe, deberían tener mayor protección. EFE