Sin la presencia de público en las gradas, el torneo de clubes más prestigioso del continente pone fin a una edición atípica marcada por la pandemia, que sigue causando estragos en Brasil y el resto de América.
Los dos finalistas han sufrido de cerca el Covid-19 con brotes importantes en sus plantillas a lo largo de la temporada, aunque para la decisión de esta tarde ambos contarán prácticamente con sus once de gala.
Desde 2006 dos clubes brasileños no se encontraban en una final de Libertadores.
Entonces, Internacional sumó su primer título a costa del São Paulo, que venía precisamente de ganar su tercera Copa el año anterior tras derrotar a otro brasileño, el Athletico Paranaense. La del Maracaná será la tercera final de la competición entre equipos de Brasil. Esta vez miden sus fuerzas Santos, que persigue su cuarta corona, y Palmeiras, que apenas cuenta con la Libertadores que conquistó en 1999.
ALARGUE. En caso que haya empate en los 90’ reglamentarios, se disputará tiempo extra de dos periodos de 15’ cada uno. Y si persiste la paridad se ejecutarán penales hasta conocer al ganador. Patricio Loustau, de Argentina, dirigirá el duelo. Mauro Bigliano, también argentino, en el VAR.
Premio. El ganador se embolsará un premio inédito de 15 millones de dólares por el título, mientras el vice 6 millones.
A esa cifra hay que sumar lo repartido a lo largo del torneo en las fases previas a esta final única de Río de Janeiro, por lo que campeón totalizará 22.550.000 dólares, el monto más elevado en la historia.
“Conmebol aumentó en más de 300% el volumen de premios de todas sus competiciones desde el 2016”, señaló la misma Conmebol.
Las expectativas para el campeón son inmejorables ya que puede sumar USD 1.250.000 más si gana la Recopa al vencedor de la Sudamericana (Defensa y Justicia de Argentina), aunque en el peor de los casos le corresponderá USD 750.000 por estar en la final.
Además, el campeón irá al Mundial de Clubes.
22.550.000 de dólares totalizará el equipo campeón de esta Copa, sumando todos los premios que recibió por las fases.
5.000.000 de dólares es el premio si el campeón de la Libertadores gana el Mundial de Clubes que se disputará en febrero.
Gómez busca imitar al Chiqui
Gustavo Gómez, defensor y capitán del Palmeiras, dijo que será un orgullo poder repetir lo que hizo uno de los grandes ídolos de su país, el lateral derecho Francisco Arce.
Chiqui, ídolo en el Palmeiras, conquistó la Libertadores en 1999, la única que ha ganado el Verdão en su historia.
“Para mí ya es un orgullo disputar la final. Estar en la final de una Libertadores es el sueño de todo jugador. No todos los jugadores llegan a esto. Cuando llegué al Palmeiras este era mi mayor sueño”, afirmó el ex Libertad.
“Obviamente, siempre intentaré hacer lo mejor para dejar en alto a mi país. Y repetir lo que hizo Arce”, agregó el también capitán albirrojo.