La artesanía, un valor intangible que sobrevive al paso del tiempo y los cambios socioeconómicos y culturales, es uno de los rubros que fue afectado en estos tiempos de crisis sanitaria. Desde el Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA), se insta al apoyo del trabajo de los artesanos locales.
El patrimonio cultural, como denomina la historiadora Margarita Miró a la artesanía, “no es un producto aislado, está en relación con modos de organización y expresión sociocultural”, dijo en una exposición que ofreció online en febrero de este año, en el marco de conferencias bajo el título La artesanía textil y el rol de la mujer paraguaya, en el Facebook del IPA.
“Cada diseño es un registro de un sentimiento, de una forma de ser”, agregó la historiadora que promueve la revalorización del rol del artesano/a y de la artesanía.
Es así como el IPA da a conocer los trabajos de artesanas, como Sonia Ferreira, presentándolas en su página de Facebook, a quien se le puede solicitar trabajos llamando o enviando mensajes a su celular, (0972) 295-116.
Sonia Ferreira realiza bordados en ñandutí, es tejedora, y vive y trabaja en Pirayú. Antes de la pandemia se la encontraba desde temprano bordando, hasta el mediodía, en un puesto, junto a su cuñada Lourdes Cáceres, sobre la ruta, camino a la compañía Tabaí, Paraguarí. Actualmente, su trabajo es a puerta cerrada.
“Empecé a tejer el ñandutí a los 12 años, con mi abuela, Antoliana León, quien ya falleció. Ella era una artesana de la Ciudad del Ñandutí (Itauguá), donde también yo nací y viví hasta los 20 años, en la compañía Ybyraty”, recuerda la artesana, quien actualmente vive y trabaja en Tabaí.
Para Sonia al principio tejer ñandutí era una tarea muy difícil, “pero con paciencia y empeño” fue adquiriendo experiencia y conocimiento.
Desde que empezó a tejer hasta la fecha, es algo que a Sonia le apasiona hacer, “con mi trabajo conocí a muchas personas y lugares. En todo este tiempo, realicé varios diseños, inspirándome en varias artesanas conocidas y poco conocidas”, afirma.
Sonia confiesa que actualmente, a sus 38 años, sus diseños son fáciles de hacer, “todo lo realizo muy bien ahora, sin complicaciones”.
CRISIS SANITARIA. Antes de la pandemia, Sonia Ferreira ganaba muy bien por la gran cantidad de ventas. “Había muchos pedidos, se exportaban a países como Argentina, Brasil, etc. Desde la crisis, la situación se volvió difícil, pero sigo trabajando”, comenta la esposa y madre de dos hijos (14 y 18 años, estudiantes).
La artesana realiza desde sombreros y pantallas de compleja elaboración, hasta escarapelas y diseños para tapabocas.
A saber
Artesana: A Sonia Ferreira se le puede solicitar trabajos llamando o enviando mensajes a su celular (0972) 295-116.
Edad: 38 años.
Ciudad de origen: Itauguá, Ciudad del Ñandutí.
Vive actualmente en: Pirayú.
Parentesco: Es nieta de la artesana Antoliana León.
Creaciones destacadas: Entre las más destacadas se encuentran los sombreros y los abanicos, de elaboración más compleja. Además realiza diseños para colocar como adorno en el tapabocas, ropas, termos, etc. Algunos están a la venta en el local del IPA de Paraguarí.