La idea y la técnica corresponden a un equipo internacional, con participación española, que aporta nueva información para determinar con mayor precisión la edad del universo y comprender mejor el cosmos.
Los resultados, que se publican hoy en dos estudios en Science y The Astrophysical Journal, indican que con esa nueva forma de medir la constante de Hubble el Universo no se expande tan rápido como se pensaba.
En astronomía, al valor de la aceleración a la que se expande el Universo se llama constante de Hubble y se calcula de dos formas.
La primera a partir de observaciones de supernovas cercanas, mientras que la segunda utiliza el fondo cósmico de microondas, que es la radiación que comenzó a fluir libremente por el Universo poco después del Big Bang.
Sin embargo, estas dos mediciones difieren en torno a un 10%, lo que ha provocado un amplio debate entre físicos y astrónomos, pues si ambas son exactas, significa que la teoría actual sobre la composición del Universo es incompleta.
Un equipo encabezado por Patrick Kelly, de la Universidad de Minnesota (EEUU), y con participación del Instituto de Física de Cantabria (IFCA-CSIC) y la Universidad del País Vasco, usó un enfoque totalmente nuevo para medir la tasa de expansión del Universo.
Para ello, se fijaron en una supernova descubierta en 2014 por Kelly y que es la primera de la que se tomaron diversas imágenes en dos momentos separados por un año.
Esas imágenes pudieron captarse porque la supernova fue descubierta y observada a través de una lente gravitatoria, un fenómeno que se crea por una concentración de materia muy grande (en este caso un cúmulo de galaxias) que curva el espacio a su alrededor. Al pasar por esa zona, la luz se curva y actúa como una lente. EFE