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Esta es de las películas cuyo tráiler aprovecha las mejores escenas, porque luego cuando uno la ve completa se lleva una decepción. Tan solo la parca reacción del público es un indicativo de que algo está fallando. Y es que una comedia que no hace reír, o apenas arranca alguna que otra sonrisa, risa o carcajada, va directo al fracaso.
Esperábamos más de los pavos, pues en principio los vemos como simpáticos y tontos, elementos fundamentales para la risa fácil, que es lo que finalmente se busca en este tipo de producciones animadas. Pero muy pocos cumplen esta característica, pues al final resultan ser muy sofisticados, e incluso tendiendo al drama en cierto momento.
Aunque en momentos hay un esfuerzo por crear situaciones que mezclen el humor con slapsticks, finalmente no se logra el resultado esperado y entonces nos encontramos más bien con una aventura por la liberación de los pavos (que no está nada mal), pero sin el condimento cómico prometido, o si lo hay, no tiene la suficiente chispa para encender el alma.
Y cuando se está frente a una comedia animada que no logra satisfacer la expectativa, una especie de confusión embarga al espectador, pues no es “natural” que uno termine aburriéndose cuando debería salir risueño del cine. Quién sabe, quizá estábamos de malas cuando la vimos. Pero no pensamos hacer un segundo intento por si acaso esta vez nos cae mejor la película.