Tres personas murieron y otras tres resultaron heridas ayer jueves en un tiroteo al norte de la ciudad de Baltimore, en el este de Estados Unidos, un ataque perpetrado por una mujer que se suicidó.
Jeff Gahler, el alguacil del condado de Harford, indicó a la prensa que la sospechosa, que era una empleada temporal del depósito donde ocurrió el incidente, murió tras dispararse en la cabeza. El incidente se produjo hacia las 9.00 local en un centro de distribución de la cadena de farmacias Rite Aid. “No tenemos una motivación para este crimen sin sentido”, dijo Gahler, que descartó en un principio la pista terrorista.
La oficina del alguacil identificó a la agresora solo como una mujer de 26 años, cuya última dirección conocida fue en el Condado de Baltimore.
Gahler aseguró que el tiroteo comenzó fuera del centro de distribución y luego dentro de las dependencias. Comentó que un total de siete personas fueron alcanzadas por los disparos y que cuatro, incluyendo a la mujer que abrió fuego, murieron.
Los tiroteos mortales son comunes en EEUU, donde el derecho a portar armas está protegido por la Constitución. Cada año, unas 30.000 personas mueren a causa de las armas de fuego, de las cuales un tercio son homicidios, según los datos de la organización Everytown for Gun Safety, un grupo sin fines de lucro que promueve el control de armas. Pero las mujeres atacantes representan menos del 5% del total de los casos. Hace cinco meses, una activista por los derechos de los animales nacida en Irán mató a tiros a 3 personas antes de suicidarse en la sede de YouTube en California.
AFP-EFE-REUTERS