Por Diana González y Griselda Yúdice
Finalmente se instaló una mesa de diálogo entre Fernando Lugo y la Concertación (integrada por partidos de oposición). El ex religioso cumplió con su compromiso de reunirse ayer con los presidentes espantando los fantasmas que vaticinaban su ausencia en el encuentro político.
Su sola aparición produjo mucha satisfacción entre los líderes opositores, según reconocieron al final del encuentro que duró dos horas.
El presidente y senador del Partido Encuentro Nacional (PEN), Emilio Camacho, resumió que se obtuvieron tres resultados fundamentales: 1) se constituyó una mesa de diálogo permanente en la que participarán los presidentes de los partidos y Lugo, 2) la concertación se abrirá al diálogo con los sectores sociales, y 3) se buscará fortalecer la conducción de la alianza opositora.
Tanto el presidente de Unace, Enrique González Quintana; de País Solidario, Carlos Filizzola; del PLRA, Blas Llano, como Camacho coincidieron en que lo más importante fue lograr el acercamiento del ex religioso y obtener su compromiso de participar de las reuniones de la Concertación.
Se acordó que el próximo martes a las 16 seguirá el diálogo entre la alianza opositora y Lugo, ya sobre temas que atañen a la parte electoral. En principio, según lo admitió González Quintana, la presencia de Lugo constituye un paso importante ya que en medio de las diferencias se pretende llegar a un marco de entendimiento para que el cambio verdadero se pueda producir.
El mismo admitió que aún no se tocaron temas en torno al mecanismo de selección de candidatos, ya que primero prefieren hablar del aspecto programático.
“(La reunión) se basó en el sentido de abrir más espacios, unificar criterios para no buscar ofender a nadie, sino abrir más mesas de diálogo, y también la parte programática, porque tal vez un grupo puede pensar diferente pero conociendo los programas de gobierno que lleva la chapa presidencial puede convencer a la ciudadanía”, consideró.
Por su parte, Llano expresó: “Estamos muy satisfechos, hemos coincidido en un 70, 80%, y si aún hay cosas en que no coincidimos es porque no tuvimos el tiempo necesario como para profundizar el debate y lo vamos a hacer en la reunión del próximo martes”.
A su turno, Filizzola refirió que se dio un consenso entre todos los líderes para la participación en el diálogo de los sectores sociales. El planteamiento para el ingreso de los mismos fue hecho por Lugo.
El presidente del PPS también refirió que los líderes de los demás partidos se ratificaron en la unidad de la alianza opositora, de la cual surja una sola chapa presidencial. Pedro Fadul, de Patria Querida, también destacó la importancia de la cita de ayer.
concesiones. Al ingresar a la reunión, Llano había manifestado a la prensa que pediría a Lugo que defina su situación dentro de la Concertación. Camacho confirmó tras el encuentro que el líder liberal en forma directa le consultó al ex obispo sobre su postura en torno a la alianza opositora.
Lo cierto y lo concreto es que la oposición logró que Lugo se inmiscuya más con la concertación.
A su vez, el ex religioso consiguió la participación en la mesa de diálogo de los sectores sociales, insistió en el consenso y también solicitó propuestas reales de cambio a la oposición.
Evitó a la prensa
Fernando Lugo llegó ayer a la Casa de la Concertación para la reunión con los líderes opositores mucho antes de la hora establecida. Arribó a las 9.15. El encuentro estaba previsto para las 10.30 y el ex religioso habló de la posibilidad de postergar para otro horario alegando tener otros compromisos. Finalmente, fue el primer adelantado.
Los líderes de oposición presentes en la reunión valoraron la presencia de Lugo. El presidente del Congreso y senador de Unace, Enrique González Quintana, refirió que el ex religioso tuvo que suspender un encuentro agendado para poder participar de la reunión, lo cual le pareció loable.
Pero así como llegó, Lugo decidió retirarse presurosamente y delegó el micrófono a los presidentes de los partidos opositores, evitando de esta manera a la prensa, que pretendía conocer su opinión del encuentro político con miras al 2008.