07 oct. 2025

Un Sínodo de la Juventud descafeinado

Del 19 al 25 de marzo se reunieron en Roma 300 jóvenes en 20 grupos lingüísticos, con la participación de 15.000 jóvenes conectados por Facebook, para hacer un instrumento de trabajo presinodal que ayudara al Sínodo sobre la Juventud en el Vaticano que se clausuró el domingo pasado.

En este Sínodo participaron 267 padres sinodales, en su mayoría obispos, 49 auditores, 23 expertos y 30 jóvenes.

El resultado presentado al Papa ha sido:

“Un documento descafeinado. Esta es la sensación de muchos tras la publicación del texto oficial del Sínodo de Obispos sobre la Juventud, cuyo resultado final ha quedado muy por debajo de las expectativas”. (Jesús Bastante)

“Era tan sangrante la desigualdad que hubo, incluso, un conato de rebelión”. (José Manuel Vidal)

Era tan clamorosa la diferencia que algunos quisieron reivindicar el voto de las seis mujeres presentes en las mismas condiciones que los hombres, pero no con los mismos derechos. ¡Todo un escándalo televisado a los ojos del mundo mundial!

Y eso que el mundo, cansado de una institución que no se adecua a lo que ella misma llamó los signos de los tiempos, le da la espalda y apenas se ha interesado por el Sínodo.

El papa Francisco lo intenta, pero es tanto el retraso que lleva la Iglesia (el cardenal Martini lo cifraba en 200 años) que le está costando ponerla al día.

Tira de ella, casi tiene que arrastrarla, pero no quiere romperla. Trata de aggiornarla, pero evitando el cisma.

La está obligando a dar pequeños pasos, pero los rigoristas ponen el grito en el cielo.

Los obispos no acaban de soltarse. Víctimas de la inercia, miran de reojo al vecino y se sienten más a gusto en los tiempos pasados.

Mientras, la mayoría silenciosa pro papa Francisco calla, entre otras cosas, porque no tiene cauces de expresión eclesiásticos.

La juventud es parte importante del Reino de Dios, con ella venceremos.