22 dic. 2025

Un museo que revela el pasado próspero del país

Las joyas, billetes y monedas que desde hace más de 50 años pertenecen al Banco Central del Paraguay ahora son exhibidos en el Museo Numismático, con el brillo y esplendor del rico pasado paraguayo de 1800.

La primera prensa para acuñar monedas, adquirida por el Paraguay durante el gobierno de Carlos Antonio López, se sitúa en la puerta del recientemente inaugurado Museo Numismático, en la planta baja del Banco Central del Paraguay (BCP).
En el Museo se hallan joyas de incalculable valor por su historia y antigüedad, que pertenecieron a los pobladores de Asunción hasta la invasión de brasileños, argentinos y uruguayos durante la Guerra contra la Triple Alianza.
Las reliquias, acompañadas de las primeras monedas y billetes que fueron utilizadas en 1800, pueden ser observadas de lunes a viernes, de 8.30 a 11.15, con acceso libre y gratuito para todos los interesados.
Varias décadas pasaron desde el primer intento de contar con un museo de estas características. En 1941 el Banco del Paraguay adquirió una partida de billetes paraguayos y los hizo encuadrar, conservándolos en el Salón Auditorio. Estos dieron comienzo a la colección que hoy guarda el Banco, y que por primera vez son exhibidos para el público en general.
LAS RELIQUIAS. El lugar resguarda las primeras máquinas de calcular, del tamaño de una máquina de escribir que fueron utilizadas a principios de 1900 en el país. Están sobre las cajas en las que llegan del exterior los billetes y monedas de la actualidad.
Hay monedas macuquinas (de plata), de Bolivia y Venezuela que son las más antiguas del recinto. También los billetes triturados por el BCP de aquellos en mal estado que salieron de circulación.
Pero son las joyas de oro y plata las más preciadas del Museo. Un viejo arcón (caja de madera) conforma el principio de la exhibición, en el que llegaron las joyas devueltas por Estados Unidos, que habían sido saqueadas por los brasileños de la embajada del país del norte en Asunción, en el principio de la Guerra.
Los norteamericanos las reclamaron, y cuando Paraguay realizó las gestiones para que fueran devueltas fueron traídas hasta el Uruguay, de donde en 1926 volvieron al Paraguay.
La colección en oro incluye camafeos, pulseras con esmalte, anillos carretones con amatista, cadenas, dedales, peinetas de asta, collares con corales, jarras, relojes, prendedores con rubíes y piedras preciosas.
La colección de plata comprende platos, la bandeja del mariscal Francisco Solano López, mates con molde de copa que fueron fabricados en Paraguay, único lugar donde se hacían en Sudamérica, bombillas, candelabros, tijeras, veleros, cazuelas, y cubiertos que era común encontrar en cualquier casa en aquella época.
Están los collares de perlas y diamantes, pulseras de platino con 299 brillantes, y más. Las joyas son principescas, al igual que los utensilios, que denotan la gran riqueza económica con la que se manejaban los paraguayos antes de la guerra.
También se exhibe una colección de figuras de cerámica del español Serafín Marsal (1861-1952), que retrata a la mujer paraguaya hacendosa y trabajadora de los años dorados.

Las joyas están muy bien cuidadas
Germán Rojas, el presidente del BCP, gestionó la apertura del local que antes era un espacio de exhibiciones ocasionales de estas reliquias.
El rango de Museo lo posee por el detalle y diversidad de su contenido. Desde los billetes de 1800 hasta los actuales, utilizados en Paraguay y la cuenca del Río de la Plata, las joyas de oro, plata y platino, las figuras de barro y las medallas de cobre que el Mariscal López otorgaba a los soldados en distintas batallas, están fuertemente protegidas por un moderno sistema de alarma sonora y visual a través de cámaras.
El BCP proyecta la realización de un seminario taller de orfebrería en los próximos meses, para que los joyeros se inspiren en estas piezas únicas y auténticamente paraguayas, y reproduzcan estos modelos antiguos, en nuevas fabricaciones.