La fecha de sus exequias no fue fijada, pero de acuerdo a la tradición musulmana deben hacerse rápidamente. En cuanto a la autopsia del cadáver del niño, no hay aún un informe oficial.
“Epílogo trágico (...). Tristeza y conmoción en Marruecos (...) algo que ha despertado en todo el mundo los valores de la humanidad”, afirmaba ayer domingo la prensa local. l propio rey de Marruecos comunicó oficialmente el desenlace trágico.
Desde el anuncio de su muerte, el sábado de noche, los mensajes internautas no dejan de afluir.
El caso del “pequeño Rayan”, capturó la atención mundial desde que el martes pasado cayó a un pozo de 32 metros de profundidad, lo que motivó un complejo operativo para sacarlo, sin que se supiera si estaba vivo.
Poco antes de las 22.00 (21.00 GMT) del sábado, periodistas observaron a los padres de Rayan con el rostro desencajado cuando ingresaron al túnel abierto para acceder al pozo, de donde saldría el niño.
Salieron poco después y partieron en una ambulancia sin decir una palabra. Tras un momento de confusión, la multitud que aguardó durante días se dispersó en un silencio lúgubre.
“Tras el trágico accidente que costó la vida al niño Rayan Oram, su majestad el rey Mohamed VI llamó a los padres del difunto, fallecido tras caer a un pozo”, indicó el gabinete real marroquí en un comunicado.
El cuerpo de Rayan fue extraído poco antes del pozo de 32 metros de profundidad a través de un túnel excavado por los socorristas. Fue trasladado a una ambulancia, junto a sus padres, sin que se supiera de inmediato si estaba vivo.
El desenlace de la operación era aguardado con ansiedad tanto en el reino magrebí como en el resto del mundo, con mensajes de solidaridad y aliento que inundaron las redes sociales.
“Estoy completamente destrozado”, reaccionó un internauta que seguía los acontecimientos en su cuenta en la red Twitter.