A trece años de cárcel fue condenado un ex policía que mató de tres cuchilladas a una mujer. Como el mismo estaba ebrio en el momento del crimen, los jueces consideraron un homicidio doloso simple. La Fiscalía y la querella habían pedido penas de 20 y 25 años de cárcel.
La sentencia afecta a Teodoro Barreto Domínguez, quien se declaró inocente. Tras escuchar el fallo, dijo a la prensa que era una injusticia porque no mató a Valeria Evangelista Fleitas Correa, de 25 años. Alegó que apelará la resolución.
El Tribunal de Sentencia estuvo presidido por la jueza Mesalina Fernández e integrado por sus colegas Andrés Casati y Gloria Hermosa, quienes estuvieron de acuerdo con la calificación del hecho, pero hubo disidencia con respecto a la pena.
Las magistradas entendieron que la pena justa era de 13 años de prisión, mientras que votó en minoría el juez Casati, que argumentó que la pena justa debía ser de 10 años de reclusión.
LOS HECHOS. Según los jueces, se probó en el juicio oral que el 20 de octubre de 2006, en el barrio Villa Bonita, de Villa Elisa, entre las 21.30 a 22, Valeria Fleitas llegaba a su casa de la facultad. Al tocar el timbre para entrar, se le apareció el procesado Barreto Domínguez en total estado de ebriedad.
Dijeron los magistrados que se probó que el hombre le acuchilló en tres ocasiones, dos en el pecho y uno en el brazo. Toda la escena fue vista por la hermana, Ana María Fleitas, quien reconoció al acusado como el autor. La víctima fue llevada luego a Emergencias Médicas, donde falleció el 29 de ese mes.
Barreto Domínguez luego fue hasta una canchita de vóley, donde fue reconocido por varias personas.
La fiscala Blanca Agüero pidió calificar el hecho como homicidio doloso agravado, ya que, al no haber motivo para el crimen, entendió que se realizó por el simple placer de matar. Requirió 20 años de prisión.
El querellante adhesivo, abogado Óscar Rubén Rodríguez, solicitó a los jueces que se aplicaran 25 años de prisión, más las medidas de seguridad a criterio del tribunal.
El abogado defensor, Rolando Gómez, que argumentó que hubo duda, requirió a los jueces la absolución.
Al final, los jueces tomaron el estado de ebriedad como un atenuante. Dijeron que se trató de un homicidio doloso simple y le aplicaron los 13 años de prisión.
La fiscala señaló que estudiará una apelación. El querellante fue tajante al decir que recurrirá, al igual que el defensor del acusado.
A UN MES DE RECIBIRSE
Según señaló Valeria Correa, madre de Valeria Evangelista, su hija tenía 25 años y estudiaba Ciencias Contables. Estaba a un mes de recibirse en la facultad, cuando fue muerta a cuchilladas. La madre dijo que la pena le parecía exigua.
Por su parte, Ana María Fleitas fue testigo del crimen. Ella fue la que llegó a la puerta como para abrirle a su hermana Valeria cuando observó cómo la acuchillaban. Explicó que la pena que le dieron no era nada comparado con el mal que realizó.
La misma refirió que el ex policía Teodoro Barreto Domínguez era una persona peligrosa en el barrio. Por ello, remarcó que, además de la máxima pena, debían también imponerle las medidas de seguridad.
El abogado Óscar Rubén Rodríguez refirió que iba a apelar la resolución de los jueces, ya que consideraba que si bien se probó el crimen, la pena era reducida.