14 jun. 2025

Un corazón libre para amar

Meditamos hoy el Evangelio según San Mateo 5, 27-32.

En este Evangelio, Jesús va dando detalles concretos para alcanzar la plenitud de la ley. En este sentido, con motivo del precepto sobre el adulterio, llama a un excelso respeto hacia los demás que subyace en la ley.

Si el adulterio consiste en adueñarse por satisfacción personal de una persona casada, esto no debe hacerse ni siquiera en el fuero interno, donde se comete el mismo pecado, aunque no se realice externamente: “Ha cometido adulterio en su corazón”. Una enseñanza que es una llamada a entregar la plenitud del corazón. Para ser bienaventurados, para alcanzar una mayor felicidad, nos conviene tener un corazón casto, un corazón enamorado donde no haya espacio para el egoísmo, para los pensamientos impuros del corazón humano.

También Jesús habla de la antigua costumbre del repudio. La legislación mosaica introdujo la obligación del libelo, es decir, un acta firmada por el marido que permitía a la mujer ser recibida por otro hombre. Sin embargo, para subrayar la grandeza y dignidad del vínculo matrimonial con una mujer, Jesús hace inválidos todos los repudios, ya que siguen exponiendo al adulterio a la mujer y a quien la recibiera.

El Maestro nos invita a mirar siempre nuestra propia interioridad. El pecado no es una acción meramente exterior, sino una acción interior.

Nos hace daño a nosotros mismos porque nos aleja de Dios y del prójimo. Por eso, ser capaz de vencer la tentación interior nos predispone a ser hombres más libres porque en nuestro fuero interno tenemos espacio para Dios y para los demás, somos más capaces de amar.

Jesús nos invita a mirar siempre la raíz interior de nuestros pecados. Pidamos su gracia para tener siempre un corazón preparado para amar a Dios y al prójimo, libre de las ataduras del pecado.

(Frases extraídas de https://opusdei.org/es-cl/gospel/2022-06-10)