YGUAZÚ
César Valdez, concejal municipal de Yguazú, fue baleado y muerto por uno de los cuatro desconocidos que llegaron hasta su local comercial, en el kilómetro 58 de la ruta 7, en la zona oeste del Alto Paraná. El edil se dedicaba al comercio y, según la investigación preliminar de la Policía, también era prestamista.
El crimen ocurrió alrededor de las siete de la mañana, cuando la víctima, en compañía de un sobrino menor de 16 años, acababa de abrir el local para atender al público.
Al sitio llegaron cuatro desconocidos en un automóvil Toyota tipo Allex, color blanco. Dos de los desconocidos bajaron al lugar y preguntaron por el precio de la carne. Tenían acento portugués, según el testigo. Luego bajó un tercero y el cuarto quedó esperando en el volante.
La víctima se dirigió al fondo del comercio, como para traer la carne, y en ese instante el menor fue encañonado por uno de los sicarios y sacado del local hacia el patio trasero. Ahí el menor escuchó el estampido de los tiros.
César Valdez acusó tres disparos que le provocaron la muerte, todos por la espalda, a la altura del hombro y la cabeza. Otros disparos impactaron contra el piso y la puerta trasera del local. El cuerpo sin vida cayó al lado de una escalera interna que conduce a la vivienda de la víctima, ubicada en la planta alta.
Los desconocidos abandonaron el sitio inmediatamente en el automóvil, que luego fue encontrado abandonado en el kilómetro 52 de la ruta 7.
El fiscal Édgar Torales, agentes de Criminalística de la Policía, de Homicidios y de Investigación de Delitos acudieron al lugar y la médica forense, Ramona García, inspeccionó el cadáver.
El hermano de la víctima, Cristaldo Valdez, afirmó ayer que fueron sorprendidos con el hecho, ya que César no tenía enemigos ni problemas.
DESAPARECIÓ. “Una pistola calibre 9 milímetros de la marca Taurus, comprada recientemente, desapareció del lugar. Habría estado en el estante. También encontramos una pistola de menor calibre que no le pertenece a la víctima y un termo para mate que tampoco es de él”, afirmó el fiscal Édgar Torales.
Los agentes averiguaron que el ahora fallecido tenía como prenda un tractocamión, cuyo propietario habría intentado retirar hace unos días, pero no lo hizo por falta de un acuerdo.
El hecho confirmó que César Valdez se dedicaba a hacer préstamos, además de atender su local comercial. Por otra parte, los investigadores indagan si la víctima o algún familiar tendrían antecedentes por violación a la Ley 1.340, que es la que reprime el tráfico de estupefacientes.
EN LA COMISARÍA. Existe la presunción de que la víctima pudo haber sido amenazada de muerte o ya pudo haber sabido que podrían buscarle, porque el lunes pasado estuvo cerca de 2 horas y media en la comisaría cercana, hasta donde acudió en una camioneta de su propiedad, de acuerdo a lo señalado ayer por el comisario principal Serafín Núñez, jefe de Policía.
“Estuvo hablando con el personal. Felicitándoles por la tranquilidad que había en la zona, pero no dijo nada, ni denunció ningún hecho. Creemos que se habría refugiado de alguien o que pudo haber intentado denunciar el hecho y al final no lo hizo”, afirmó Serafín Núñez. Antes de eso, no frecuentaba la comisaría, según el jefe policial.