30 may. 2025

Un Árbol de Vida cobija a personas con problemas mentales en el Este

Una pareja de pastores religiosos suple la ausencia del Estado en la capital altoparanaense, atendiendo pacientes siquiátricos y afectados por alcoholismo. Albergan con precariedad a unos 60 hombres y mujeres.

Por Wilson Ferreira
CIUDAD DEL ESTE
Alrededor de 60 personas con problemas mentales, de alcoholismo o adicción a drogas viven en el hogar de rehabilitación "Árbol de Vida”, de Ciudad del Este, departamento del Alto Paraná. Este centro, que funciona en forma precaria, está instalado en el barrio Che La Reina, fracción Ykua Ka’aguy, y es una iniciativa particular que suple la deficiencia estatal, ya que en la zona no existe un centro asistencial especializado en este tipo de pacientes.
Los beneficiados son personas de escasos recursos económicos que llegaron al lugar por disposición judicial o entregados por sus familiares. Varios enfermos están en proceso de recuperación, pero no tienen dónde ir. Las fiestas de Navidad y Fin de Año pasaron en el albergue.
El hogar "Árbol de Vida” está a cargo de la pareja de pastores evangélicos Juan Villa de Hare y Elizabeth Ramírez de Villa de Hare y funciona hace tres años. Actualmente alberga a unas 60 personas, de las cuales 7 son menores de edad, 20 con alguna deficiencia mental y el resto con problemas de drogadicción o alcoholismo. En el lugar incluso viven los hijos de algunos pacientes, quienes también reciben alimentación y cuidados.

COMODIDAD. La estructura con que cuenta no es la ideal.
El local es precario, “pero mejor que la calle”, dice Juan A, un afectado por alcoholismo. Posee pequeñas habitaciones de madera, lavabo para ropas, y un patio con piso de cemento y otro sector de tierra. Las mesas para trabajos de terapia o descanso se encuentran bajo los árboles. Allí se integran las mujeres con los hombres y unos seis niños, hijos de dos familias que habían llegado a "Árbol de Vida” con problemas de alcoholismo y que ahora, recuperados y sin lugar a dónde ir, son voluntarios que viven en el lugar.
Elizabeth Ramírez explicó que algunos de los internos llegan por orden judicial, luego de haber generado algún disturbio. También hay adolescentes traídos a través de Codeni y mujeres rescatadas de las calles, con problemas mentales o adicción. “Ada (una de las internas), por ejemplo, vive con nosotros hace dos años; tenía problemas mentales pero ya está bien. Nadie sabe de dónde es ni quiénes son sus familiares, entonces ella vive con nosotros”, indicó.
Actualmente alcanzan unos 7.500.000 guaraníes mensuales, solventados con la buena voluntad de la población. “Todo lo que a alguien le sobre, aquí falta. Ellos necesitan zapatillas, ropa interior, ropas nuevas. Nos gustaría darles alguna comida distinta al guiso y caldo de siempre, ofrecerles frutas, gaseosas, dulces, eso que les produce felicidad, pero nos manejamos con lo que tenemos”, comentó Ramírez.

Hay proyecto para local propio en Itakyry
En el norte del departamento de Alto Paraná, en el distrito de Itakyry, "Árbol de Vida” cuenta con un terreno propio de 3 hectáreas donde pretende construir un local para albergar a 500 personas, que será autosustentable en un 80 por ciento. “Hace 7 meses que Víctor Bernal, director paraguayo de Itaipú, nos pidió el proyecto de la obra en nombre de la primera dama de la nación; lo entregamos pero hasta ahora no tenemos respuesta al respecto”, señaló el pastor Juan Villa de Hare.
El proyecto del local de Itakyry plantea salas de internación, pabellón para vivienda, canchas para la práctica deportiva, salas de aislamiento y los espacios destinados a huerta, cría de cerdos y cría de peces. El proyecto es ambicioso y demandará una inversión de 300.000 dólares aproximadamente. “Será único en el país, destinado al cuidado de la salud física, mental y espiritual de las personas en Paraguay”, señaló el pastor.

DEFICITARIO. En el Hospital Regional desde el 2003 funciona un programa de salud mental que cuenta con un sicólogo, una siquiatra y un neurólogo, pero solo realizan consultas y no internación. O sea el enfermo mental debe ir hasta el hospital para tratarse o de lo contrario no recibe atención. Tampoco existe un pabellón especial destinado para estos pacientes y muchos menos para internarlos.
Según se informó, la situación obedece a una nueva política implementada por el Ministerio de Salud, que busca que los parientes de los enfermos se hagan responsables del paciente.