El Tribunal de Apelación confirmó la prisión de Leoncio Ramón Mareco, propietario de la estancia Koejú, ubicada en el Chaco paraguayo. La defensa del procesado presentó un recurso de apelación, pero los jueces de alzada entendieron que no corresponde modificar la medida restrictiva decretada.
Mareco fue detenido junto con otras personas sospechadas de formar parte de la banda criminal para el tráfico de drogas, dirigida por el brasileño Iván Mendes Mesquita, extraditado a Estados Unidos.
El cargamento de cocaína se hizo efectivo en noviembre del año 2004, en el Alto Paraguay, Chaco paraguayo; ocasión en que se incautaron de 262 kilos de cocaína colombiana.
Mareco, en su defensa, señaló que solo había arrendado su propiedad. Sin embargo, la Fiscalía dice que el acusado sabía perfectamente sobre la comisión de los delitos.
Los camaristas resaltan que la causa se encuentra ante un juicio oral y público, por lo que mal se podría otorgar la libertad, pese a que se cumplió el plazo de 2 años de su detención. Asimismo, refiere que los delitos de lavado de dinero y asociación criminal prevén una condena muy alta “por lo que el peligro de fuga está latente”.
OTRO ACUSADO
Roberto Benítez Salinas, otro de los implicados, se encuentra prófugo y detenido en Buenos Aires. Se intenta su extradición.
Según el Ministerio Público y la Senad, Benítez es un importante eslabón de la estructura liderada por Mendes Mesquita junto a Leoncio Mareco. Se encargaba de llevar la contabilidad del grupo.
Mesquita, con una condena de 14 años en Brasil por tráfico de cocaína, trabajaba directamente con el colombiano José Corredor Ibagué, alias “Chepé" y “Boyaco”, con fuertes vínculos con el 14º Frente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC). En el pedido de extradición del Gobierno norteamericano figuraba que Mendes Mesquita intercambiaba cocaína por armas con los revolucionarios colombianos.