“La ventaja con esta metodología es que habrá un periodo de prueba de incorporación de la tecnología que ofrecen las startups a las firmas interesadas, con costos menores, a partir de lo cual podría concretarse la adquisición de sistemas que brindan las pymes a las grandes empresas”, destacó.
En el programa, se tuvieron 117 reuniones en total, y cuyos participantes respondieron luego a una encuesta que les gustaría una segunda reunión con las startups en un 90%, con un nivel de satisfacción respecto del espacio del conversatorio que alcanzó el 73% de los participantes.
“Incentivamos desde el programa de innovación abierta a que se desarrollen pilotos o prueba de concepto, por dos meses con un costo menor a lo que sería adquirir alguna solución para las empresas de parte de los proveedores. Se puede probar así en ese tiempo la solución y los emprendedores también tienen de esa manera un espacio para mostrar la tecnología que desarrollan, y será más fácil la eventual negociación posterior”, explicó Luzardi.