El titular del gremio, Enrique Duarte, fue quien dio un duro discurso contra la política que otorga privilegios, el prebendarismo y el contrabando, sosteniendo que estas exigencias son a cambio de todo el esfuerzo que realiza el sector, empleando a 665.000 personas, aportando el 27,3% del producto interno bruto (PIB) y generando unos USD 5.000 millones de exportación a octubre de 2022.
Además, Duarte reclamó la salida del ministro de la Corte Suprema de Justicia Antonio Fretes, quien se ve implicado en un acuerdo entre su hijo Amílcar Fretes Escobar con Kassen Mohamad Hijazi para trabar su extradición a los Estados Unidos por USD 368.000.
“¡El maridaje de la política con la Justicia adúltera el sentido del derecho! Coincido con Montesquieu, cuando afirmó: ‘No existe tiranía más atroz que la que se ejerce a la sombra de las leyes y bajo los colores de la Justicia’. ¡Antonio Fretes debe dar un paso al costado!”, expresó entre los aplausos de los empresarios y la atenta mirada de las autoridades, entre ellas el ministro de Industria y Comercio, Luis Alberto Castiglioni.
En otro momento de su discurso dijo que los empresarios no pueden seguir tolerando que las autoridades afirmen que no hay recursos para saldar deudas y que finalmente esto termine recayendo sobre el sector.
“La morosidad en el pago de las obligaciones del Estado contradice el principio jurídico de que lo pactado debe cumplirse, destruye la buena fe con la que se interpretan los contratos e incentiva la ingeniería financiera en detrimento de la producción. Al final, las industrias y los proveedores terminan subsidiando la ineficiencia estatal y financiando parte del déficit del presupuesto”, cuestionó.
Contrabando. Una vez más, el presidente de la UIP se hizo eco sobre el contrabando y los efectos que trae sobre las empresas paraguayas y la economía del Estado.
“¡No podemos aceptar que el contrabando campee impunemente! Y que las autoridades jurisdiccionales no entiendan que el desarrollo sustentable con metas sociales solo es posible en un mercado fundado en los principios de legalidad, igualdad y reciprocidad. ¡No se puede seguir planteando la dicotomía fiscalidad versus trabajo!”, señaló Duarte.
El representante de los industriales apuntó también a que la economía ilegal fomenta la “promiscua relación de la política con el crimen organizado”.
“La tolerancia del comercio ilegal resta recursos al Fisco, despierta el apetito fiscal, y cierne sobre los formales la amenaza de más impuestos, debilitando la economía formal con la consecuente destrucción del empleo”, enfatizó.
Pidió cesar con la “cacería en el zoológico” y que los que siempre pagan sus impuestos terminen pagando más, mientras que los que no lucren de la complicidad e indiferencia de las autoridades e instituciones del Estado.
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