El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, busca contener las consecuencias de su tormentosa reunión del viernes en la Casa Blanca, durante la cual su homólogo Donald Trump le reprendió ante los periodistas y le echó del Despacho Oval.
“Hoy, los equipos ucraniano y estadounidense empezaron a trabajar en una próxima reunión”, declaró Zelenski en su alocución diaria, sin decir cuándo ni dónde tendrán lugar.
El mandatario ucraniano también afirmó que se sumará el jueves a la Cumbre de la Unión Europea en Bruselas, dedicada al conflicto en su país, invadido por Rusia en febrero de 2022, y a la seguridad europea.
Sus declaraciones se produjeron después de que Estados Unidos ordenara el lunes suspender la ayuda militar a Ucrania, aprobada por la anterior administración del expresidente demócrata Joe Biden.
Washington, que ha emprendido un aparente acercamiento hacia Moscú, también anunció el miércoles haber puesto en “pausa” el intercambio de datos de inteligencia con Kiev.
“El presidente Trump tenía dudas reales sobre si el presidente Zelenski estaba comprometido con el proceso de paz”, justificó el director de la CIA, John Ratcliffe, a Fox News.
El giro de Estados Unidos incrementó el temor en Kiev y Europa a que Ucrania se vea obligada a aceptar un acuerdo de paz en condiciones favorables a Moscú o se arriesgue a perder el apoyo de Washington.
“Todos queremos un futuro seguro para nuestro pueblo. No un alto el fuego temporal, sino el fin de la guerra de una vez por todas. Con nuestros esfuerzos coordinados y el liderazgo de Estados Unidos, esto es totalmente factible”, escribió Zelenski en redes sociales, tras una conversación telefónica con el jefe de gobierno alemán, Olaf Scholz.
“UNA PAZ DURADERA”. En un discurso ante el Congreso el martes, Trump leyó una carta que según él, había recibido de Zelenski, en la que el dirigente ucraniano afirmaba que estaba dispuesto a empezar negociaciones para una “paz duradera”.
Trump ha hecho del fin de la guerra una de sus principales prioridades en política exterior. Zelenski quiere garantías de seguridad de Estados Unidos para que Rusia cumpla un eventual acuerdo y no vuelva a invadir a su país en el futuro.
El Kremlin valoró positivamente la carta de Zelenski a Trump. “Ese enfoque es globalmente positivo, pero hay matices”, afirmó su portavoz Dmitri Peskov. Rusia ya había sembrado dudas sobre si se sentaría a hablar con Zelenski, y Peskov citó un decreto firmado por el presidente ucraniano que descartaba negociaciones directas con su par ruso, Vladimir Putin.