“La ciudad no ha caído. Nuestras fuerzas militares, nuestros soldados todavía están allí. Lucharán hasta el final”, aseguró Shmygal en el programa This Week, horas después del ultimátum ruso para que abandonen la ciudad. Los soldados ucranianos sitiados en Mariúpol el domingo parecían haber ignorado el ultimátum de Rusia de deponer las armas y evacuar este puerto estratégico en el sureste de Ucrania, cuya ocupación sería una gran victoria para Moscú.
El primer ministro ucraniano también rechazó las afirmaciones recientes del presidente ruso, Vladimir Putin, de que las tropas de Moscú estaban ganando la guerra.
“Ni una sola gran ciudad ha caído. Solo Jersón está bajo el control de las fuerzas rusas, pero todas las demás ciudades están bajo el control de Ucrania”, insistió Chmygal, especificando que más de 900 municipios, incluida la capital, Kiev, se mantenían libres de la ocupación rusa.
“Actualmente estamos luchando en la región del Donbás y no tenemos la intención de rendirnos”, agregó el jerarca hablando en inglés.
Por su parte, en declaraciones a la cadena CBS el ministro de Relaciones Exteriores ucraniano Dmitro Kuleba ratificó esas afirmaciones y denunció la actitud de los rusos. “Lo que queda del ejército ucraniano y un gran grupo de civiles están rodeados por las fuerzas rusas. Continúan su lucha, pero parece, por el comportamiento del ejército ruso en Mariúpol, que han decidido arrasar la ciudad a toda costa”, sostuvo.
En una entrevista emitida también ayer por otra cadena de televisión estadounidense, la CNN, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, descartó la idea de dejar que Moscú se apodere de la región del Donbás y parte del este de Ucrania para detener el baño de sangre.
“Ucrania y su gente lo tienen claro. No tenemos derecho a los territorios de nadie más, pero no vamos a renunciar a los nuestros”, sentenció.
PENA DE FUSILAMIENTO. El mando militar ruso aseguró que el Gobierno de Kiev prohibió a sus militares –cercados en la planta siderúrgica Azvovstal en esa ciudad del este ucraniano–, rendirse bajo pena de fusilamiento.
“El régimen nacionalista de Kiev, según comunicaciones interceptadas, ha prohibido negociaciones de rendición y ordenado a los nazis de (el regimiento) Azov fusilar a los militares y mercenarios extranjeros que quieran rendirse”, dijo el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Ígor Konashénkov.
Agregó que de acuerdo con las declaraciones de los militares ucranianos que han caído prisioneros, la agrupación sitiada en el territorio de Azovstal cuenta en sus filas con hasta 400 mercenarios extranjeros. “La mayoría de ellos son ciudadanos de países europeos, y también de Canadá”, añadió, para advertir de que “en caso de que continúen oponiendo resistencia todos serán aniquilados”.