El pasado viernes el adolescente logró salir del armario y contactar a la Guardia Nacional. La policía detuvo a la madre, de 37 años, y a su pareja.
El joven acusó a la progenitora de maltrato infantil y abandono.
Según la policía, además tenía heridas por quemaduras y habría sido rociado con alcohol y le prendieron fuego.
El adolescente indicó que permanecía amarrado la mayor parte del tiempo. Agregó que durante su encierro no pudo ir a la escuela y pasaba a oscuras en el armario.
“Todo su cuerpo está lleno de cicatrices”, dijo un policía al agregar que lo está “de pies a cabeza”.
La víctima fue internada en un hospital para su tratamiento. Según el adolescente, la tortura comenzó cuando su madre fue liberada de la cárcel hace cuatro años y medio y se mudó a Oklahoma.
La puerta del clóset solía estar bloqueada con objetos. Sin embargo, el viernes pasado logró abrir la puerta y huir, informaron este martes medios digitales internacionales.