Además, miles pudieron seguir por Facebook las tradicionales misas por el trabajo, la juventud, la salud y la familia en el Santuario de Ypacaraí, donde un número muy reducido de fieles pudo participar previo agendamiento y cumpliendo el protocolo sanitario.
Monseñor Francisco Javier Pistilli, obispo de Encarnación, miembro del Movimiento de Schoenstatt, tuvo a su cargo la homilía dedicada al trabajo. El religioso agradeció a todos los que se quedaron en casa porque escucharon el pedido de los sacerdotes, indicando que también la solidaridad es cuidarnos entre todos.
‘‘No podemos aglomerarnos, no podemos tener encuentros masivos en este tiempo y entendemos que eso no nos limita en la fe ni nuestro amor’’, manifestó.
Monseñor Pistilli afirmó que el mundo está enfermo y no solo de Covid-19, está enfermo de poder, de hacer lo ilícito con el prójimo, de traficar con la vida como si fuera moneda de cambio, de corromper y vulnerar lo que fue creado como la casa, como hogar y familia para todos.
Por su parte, el padre Martín Gómez, director del Movimiento de Schoenstatt en Paraguay, pidió –a través de una carta– encomendarse a la Virgen por miles de personas que padecen Covid-19 y tantas otras que sufren sus consecuencias familiares, laborales, económicas y sociales por la pandemia. Asimismo, orar por los médicos y el personal sanitario que están al límite de sus fuerzas en este esfuerzo heroico de combatir esta pandemia de coronavirus.