Las pesquisas posteriores determinaron que se trata de una vía de escape que comenzaba en una celda del pabellón Libertad, pasaba por debajo del templo católico y apuntaba hacia la calle México, donde aparentemente debía tener salida.
El Departamento de Inteligencia Penitenciaria ya había advertido de la existencia de un túnel para una fuga masiva, que derivó en el traslado de Orlando Efrén Benítez a la Agrupación Especializada.
Este hecho provocó el sangriento motín, donde murieron siete internos, de los cuales tres fueron decapitados.
Luego de este episodio, las autoridades habían encontrado la boca de entrada del túnel, no así dónde termina.
EL CLAN. Si bien, Benítez, conocido asaltacajeros, era considerado cabecilla del plan de fuga, no se descarta la implicancia de Armando Javier Rotela, líder del clan Rotela, explicaron fuentes penitenciarias.
Ambos se habrían asociado para idear este plan masivo. Según nuestras fuentes, Rotela sería uno de los primeros trasladados a la cárcel de máxima seguridad que se está construyendo en Emboscada, hecho que busca evitar.
El miércoles, el director del penal informó a las autoridades del Ministerio de Justicia sobre el hundimiento.
Al principio, se manejaba que podría darse por filtraciones de cañerías u otras causas, pero luego, con el avance de los trabajos de investigación, se determinó que era obra de los internos.
En el Ministerio de Justicia indicaron que se realizará una investigación interna, ya que una obra de semejante envergadura no pudo haber sido realizada sin la complicidad de agentes penitenciarios.