30 may. 2025

Trump y Biden, bajo escrutinio por manejo de archivos confidenciales

El presidente demócrata y su antecesor republicano están bajo la lupa de la Justicia estadounidense, en un nuevo capítulo de crispación política que vuelve a tener eco en el Congreso.

Donald Trump y Joe Biden están bajo escrutinio de la Justicia estadounidense por la gestión de los archivos de la Casa Blanca, en casos tan delicados como distintos el uno del otro.

El Congreso de Estados Unidos declaró en 1978 que el conjunto de documentos creados o recibidos por el presidente y el vicepresidente en el marco de sus funciones pertenecen al país.

A raíz de esta ley, todos los correos, cartas, fotos, videos y documentos de trabajo de la Casa Blanca deben ser transmitidos al final del mandato a los Archivos Nacionales, encargados de registrar para la historia las actividades presidenciales.

Otra ley, sobre espionaje, prohíbe a los agentes estadounidenses conservar documentos clasificados como confidenciales en lugares no autorizados y no asegurados.

Biden y Trump parecen haber incumplido estas normas. El primero al finalizar su mandato de vicepresidente en 2017, y el segundo cuando dejó la Casa Blanca en 2021.

Documentos confidenciales –que habrían debido restituir– fueron hallados en el club de Mar-a-Lago del millonario republicano, así como en una antigua oficina y el garaje de la casa de Wilmington del presidente demócrata.

FISCALES. Debido a su alto perfil, el ministro de Justicia, Merrick Garland, entregó las investigaciones a dos fiscales especiales: Jack Smith, encargado desde noviembre del caso Trump (que también incluye investigaciones sobre su papel en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 por parte de sus seguidores) y Robert Hur, designado este jueves para el caso Biden.

Los dos casos difieren por la actitud de sus principales protagonistas.

Tras la salida de Trump de la Casa Blanca, los Archivos Nacionales lucharon para recuperar los documentos. Un año más tarde obtuvieron la restitución de 15 cajas completas de documentos, algunos con un gran valor histórico, como una carta que escribió el dirigente norcoreano Kim Jong Un.

Persuadida de que había más documentos extraviados, esta agencia pidió en febrero de 2022 una investigación de la justicia federal.

Tras varias entrevistas al entorno de Trump y una visita in situ, la policía federal (FBI) allanó en agosto la lujosa residencia del republicano en Florida, recuperando unas treinta cajas adicionales.

Una investigación mostró que 18 documentos clasificados como “top secret”, 53 “secretos” y 31 “confidenciales” estaban entre las pertenencias.

Al contrario, el caso de Biden estalló luego de un aviso de sus propios abogados, quienes hallaron los documentos confidenciales –una decena, según medios estadounidenses– al limpiar antiguas oficinas del mandatario en Washington, en un cajón cerrado.

Los mismos abogados dieron aviso al Departamento de Justicia que abrió una investigación preliminar.

Además, los abogados de la presidencia revisaron dos residencias privadas de Biden e informaron al departamento haber hallado “un pequeño número de documentos confidenciales” adicionales en el garaje de su casa en Wilmington que recuperó el FBI.

Trump denuncia una “persecución política” y niega cualquier responsabilidad.

“Tenía un pequeño número de cajas en Mar-a-Lago que estaban bajo protección de agentes y de mis equipos”, declaró en octubre. “¡Deberían devolvérmelos porque todo es mío!”.

Al contrario, Biden dijo “tomar muy en serio” sus obligaciones en cuanto a documentos confidenciales, pero asegura haber pecado “por inadvertencia”.

DOBLE RASERO. Este jueves, en una rueda de prensa, el republicano McCarthy denunció que se está aplicando un doble rasero si se compara el caso de Biden con el del ex presidente Trump.

“Creo que el Congreso tiene que investigar esto”, dijo McCarthy, en alusión al caso del presidente demócrata, al tiempo que se quejó de que Biden es un político veterano que se sentó en el programa 60 minutos de la televisión CBS para hablar de los documentos encontrados en la residencia de Trump.

“Estaba tan preocupado por los documentos del presidente Trump y ahora descubrimos que como vicepresidente los mantuvo durante años sin resguardar en varias ubicaciones”, dijo McCarthy.

El líder republicano se quejó de que el FBI podría haber conseguido los documentos simplemente pidiéndolos: “Pero, ¿por qué lo hicieron? ¿Por qué fueron detrás de oponentes políticos de esa manera?”, añadió.

En ese sentido, McCarthy preguntó por qué se está manejando de manera diferente el caso de Biden. “Estamos en EEUU y creemos en la justicia equitativa”, indicó.

Por ello, defendió una de las medidas que la Cámara Baja ha aprobado esta semana gracias a la nueva mayoría republicana consistente en la creación de un comité que investigue al Departamento de Justicia y al FBI, por lo que los conservadores consideran que es un uso partidista de las agencias gubernamentales por parte de Biden.


Organización Trump condenada por fraude fiscal
La Trump Organization fue condenada el viernes en Nueva York a pagar una multa de hasta 1,6 millones de dólares por fraude fiscal y financiero, dijo el fiscal de Manhattan en un comunicado.El grupo del multimillonario republicano Donald Trump, quien aspira a postularse a las elecciones presidenciales de 2024, fue juzgado por evasión fiscal y falsificación de declaraciones contables, con el objetivo de ocultar a los servicios fiscales compensaciones financieras de algunos dirigentes.Se trata del primer caso penal para la corporación familiar del ex presidente(2017-2021), que incluye clubes de golf, hoteles de lujo y propiedades inmobiliarias.La Trump Organization espera un juicio civil aún más grande en 2023 sobre un caso diferente de fraude financiero.”Hoy, las empresas del ex presidente Trump fueron multadas con las penas máximas permitidas por la ley después de condenas históricas por un total de 17 delitos graves”, dijo el fiscal Alvin Bragg en un comunicado. Dos empresas del grupo, Trump Corporation y Trump Payroll Corporation, fueron acusadas de haber concedido beneficios económicos o en especies a altos ejecutivos, ocultándolos a las autoridades fiscales para evitar el pago de impuestos, entre 2005 y 2018.