“Este tema ilustra bien la expresión: ‘El tren ya pasó’”, escribió el lunes una jueza federal que se negó a invalidar la victoria del demócrata Joe Biden en Michigan, como le pedían los aliados del presidente republicano.
“El pueblo habló”, añadió Linda Parker, rechazando unas acusaciones de fraude electoral basadas en “especulaciones y conjeturas”.
Este revés es el último de una larga serie: Más de 40 de los cerca de 50 recursos judiciales presentados por el equipo de Trump para impugnar las elecciones ya han sido rechazados por los jueces o abandonados por los impulsores.
Los otros esfuerzos del presidente y de sus aliados por rechazar el veredicto de las urnas no han tenido más éxito. Un recuento en el estado de Wisconsin, pagado por los republicanos, acabó dando unos 87 votos adicionales a su rival.
En cuanto a las presiones ejercidas sobre los congresistas locales, alabados o criticados por el entorno de Trump, tampoco impidieron la certificación de los resultados en los estados claves.
El tiempo apremia para la campaña de Trump. El colegio electoral se reunirá la próxima semana para elegir al 46º presidente de Estados Unidos.
Pero el multimillonario republicano no tira la toalla. El sábado por la noche, volvió a afirmar que los comicios habían sido amañados. AFP