Fuertes condenas e incautación de bienes muebles e inmuebles fueron dictadas contra personas acusadas de estar vinculadas con el tráfico de 265 kilos de cocaína, requisados en la estancia Ko’eju, Departamento Alto Paraguay, Chaco paraguayo. Se trata de Leoncio Ramón Marecos, quien deberá estar 20 años en la cárcel.
Los brasileños Nelio Alves de Oliveira y Eder Pedro Ferrato fueron sentenciados a 15 años de presidio. El indígena Manuel Lauro Díaz recibió 8 años de reclusión y Zulma Ríos de Marecos, esposa de Leoncio, fue condenada a 10 años de penitenciaría.
El allanamiento y detención de los brasileños y el indígena se produjeron el 24 de noviembre del 2004, en el mismo lugar donde fue detenido el brasileño Iván Mendes Mesquita. Del lugar se decomisaron 262 kilos de cocaína que tenían como destino el mercado de Europa y los Estados Unidos de América.
Mesquita fue detenido y luego extraditado a los Estados Unidos, donde tiene proceso por tráfico de droga y podría tener una condena de cadena perpetua, según los informes agregados al expediente.
Los jueces llegaron a la conclusión de que fue demostrada en juicio la responsabilidad de los indiciados. En cuanto a Marecos, se puntualizaron las declaraciones de agentes que intervinieron en el allanamiento de la estancia Ko’eju, ocasión en que testigos manifestaron que reconocían perfectamente al detenido como el propietario de un yate y el dueño de la estancia. “Los lugareños le conocían a Leoncio Ramón Marecos y tenían la información de que manejaba dinero del narcotráfico”.
En cuanto a Zulma Ríos de Marecos, los juzgadores señalaron que hay un monto de más de 54 mil millones de guaraníes cuyo origen no fue debidamente demostrado. Se recordó que la defensa de la encausada pretendió hacer creer al juzgado que el dinero era producto de actividades ganaderas y comerciales. “Sin embargo, no se logró probar”, dice el tribunal.
En cuanto a la participación de los brasileños Alves de Oliveira y Ferrato, los magistrados indicaron que los testigos manifestaron que los extranjeros estaban en la aeronave en la que se transportaba droga y del que descendió Iván Mendes Mesquita, “pez gordo” del narcotráfico, extraditado a los Estados Unidos de América.
La situación del indígena Díaz se vio comprometida desde el momento que al intentar ser detenido opuso resistencia e incluso arma en mano y con el dedo en el gatillo de un rifle amenazó a los intervinientes.
OPINIóN EN DISIDENCIA. El juez Héctor Capurro, integrante del Tribunal de Sentencia, opinó en disidencia de los demás jueces, Carlos Ortiz Barrios y Digno Arnaldo Fleitas, al argumentar que se ha demostrado que Leoncio Ramón Marecos ya no era propietario de la estancia.
Asimismo, señaló Capurro que en cuanto a la esposa, Zulma Ríos de Marecos, no se probó que participó en el tráfico de estupefacientes.
El caso ahora va a ser reestudiado por el Tribunal de Apelación.
Bernardo Villalba, Defensor: “La sanción es una aberración”
“La sentencia evidentemente es una aberración jurídica, puesto que no se ha demostrado en juicio que mi cliente (Marecos) haya estado involucrado en la comisión de hechos punibles de tráfico de drogas y lavado de dinero. Por el contrario, se demostró que ya no era el dueño de la estancia. Ahora vamos a apelar e intentar revertir la sentencia”.
Francisco De Vargas, Fiscal: “Participación de acusados”
“Se ha demostrado en juicio la participación de los acusados en los hechos. Ahora nos resta estudiar las argumentaciones del tribunal y ver qué hacer. Estamos satisfechos con el trabajo que llevamos adelante y en principio creemos que la sentencia está ajustada a derecho. Hemos solicitado menos pena, pero los jueces son los que deciden al final”.