14 may. 2024

Tres goleadores, tres décadas

La década dorada de los futbolistas paraguayos en la Argentina, en suceso goleador y lauros colectivos, fue la del 30. De la mano de Delfín Benítez Cáceres y Arsenio Erico; el uno en Boca Juniors, el otro en Independiente. En las siguientes tres, llegaron todavía más jugadores a Buenos Aires, hasta la crisis del profesionalismo argentino de fines de los años 60. Fueron mucho menos los que sobresalieron en los 70, cuando la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) organizó la Copa del Mundo. Casi desaparecieron los paraguas en los 80, con pocas e históricas excepciones como la de Adolfino Cañete en su Ferrocarril Oeste campeón de 1982 y 1984. Solo en los últimos años del siglo pasado volvieron a destacar en alto nivel varios integrantes de la Selección Paraguaya que volvió a los mundiales en Francia. Pero ningún guaraní volvió a ser goleador del fútbol del vecino país desde 1967.

Mellone, un huracán. Entre 1931 y 1943, Héctor Masantonio se había convertido en el jugador más importante del Club Atlético Huracán, en el máximo goleador de su historia hasta hoy. Alguien dificilísimo de reemplazar, luego de su marcha. La responsabilidad recayó en quien había sido goleador en 1943 del fútbol paraguayo, con la camiseta de Guaraní: Atilio Mellone. Tres años antes había jugado por la Selección Paraguaya dos partidos amistosos en Buenos Aires contra Argentina, donde había sido visto, fue otra vez goleador en 1944, pero esta vez en su primera temporada en la Quema. Tanto en Paraguay como en Argentina, Mellone había hecho 27 goles. Con la camiseta de Huracán dejó atrás a Ángel Labruna, figura de River Plate. En el Globo jugó hasta el año siguiente, dejando luego su lugar, para marcharse a México, a un pibe de 19 años que venía de las inferiores del River Plate y estaba llamado a ser un fenómeno del fútbol mundial: Alfredo Di Stéfano.

Berni, un extremo veloz. El día del debut el combativo y atropellador Mellone, no marcó ningún gol aunque su equipo ganó 5-1 en la más grande goleada en el clásico de Boedo contra San Lorenzo. En el eterno rival azulgrana, diez años después, Ángel Berni sería el antepenúltimo goleador del fútbol argentino.

Con 19 años, Berni había jugado el Mundial de Brasil en 1950. Ídolo temprano del Olimpia, fue vital pieza del Paraguay campeón de América de 1953 en Lima. En sus cuatro goles en Perú posaron sus ojos los dirigentes de San Lorenzo para contratarlo, incluso antes de la victoria 3-2 que dio a la Selección Paraguaya su primera consagración continental.

En 1955, con 19 goles, los mismos que José Borello de Boca Juniors y Norberto Conde de Huracán, el veloz extremo Ángel Berni fue líder de la tabla de goleo. Permaneció en San Lorenzo hasta 1959, cuando se marchó al Real Betis de Sevilla, en España, donde también brilló y fue recordado cuando en hace tres años falleció en Asunción.

Acosta, el MÍster GOL. En el torneo Metropolitano de 1967, el Lanús del conurbano bonaerense no fue uno de los mejores equipos ni mucho menos. Sin embargo, un joven de 23 años que había nacido el mismo año en que Mellone se erigía en goleador, fue su jugador más destacado en aquella competencia, convirtiendo más goles que cualquiera: 18.

La particularidad de Acosta es que nunca debutó en el fútbol paraguayo. Hizo parte de las formativas de Lanús, jugó Primera B e hizo muchos goles conformando una recordada dupla con Ángel Manuel Silva, antes de ser el mejor delantero del Metropolitano de 1967. Con la 10 en su espalda, los medios lo llamaban Míster Gol.

Como Berni, también fue a terminar su carrera en Sevilla, pero él al club que toma el nombre de la ciudad española. Allí también fue figura y fue querido.


Mellone, Berni y Acosta fueron los últimos goleadores paraguayos en Argentina.

EN CIFRAS
MELLONE EN HURACÁN
38 partidos31 goles
BERNI EN SAN LORENZO
71 partidos29 goles
ACOSTA EN LANÚS
174 partidos81 goles

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